«No se puede tapar el cielo con la mano: el erario está en la prángana», confesó el gobernador. «Hemos resuelto, pues, solventar la deuda pública aumentándole los impuestos a la ciudadanía, quien, hablando claro, también está en la prángana… pero, como dicen que una pena compartida es media pena, ¡seguramente una prángana compartida también es media prángana!», exclamó, casi rompiendo el récord de uso de la palabra «prángana» en un solo párrafo. «Sí me he dado cuenta que muchos han criticado la imposición de un nuevo arbitrio, y que ya está poniéndose bastante confusa la cosa con el IVU y el IVA; esperamos que consolidándolos en el IQI la gente deje de fastidiar tanto y se acostumbre a pagar impuestos hasta por las narices… ¡y acostúmbrense bien, porque seguiremos espetándoles más arbitrios mientras el gobierno continúe en la prángana!», prometió, mientras un representante del Libro de Récords Mundiales Guinness confirmaba el nuevo récord roto.
El «Impuesto por Quedarte en la Isla (en Vez de Haberte Largado pa’l Carajo)» (mejor conocido como «IQI» porque «IQIVHLC» está demasiado largo y somos vagos) es «el compendio de todos los arbitrios que el gobierno de Puerto Rico impondrá sobre los boricuas que se hayan quedado en la Isla tratando de echarla pa’lante, y de los cuales estarán exentos todos aquellos que se hayan ido a Nueva York, Florida, o Texas, o dondequiera un primo les haya conseguido un buen guiso». García Padilla expandió la definición: «O sea, si eres un joven puertorriqueño emprendedor y responsable que pudiera fácilmente prosperar en algún otro lugar, pero preferiste en vez quedarte en la Isla, el IQI es la recompensa por tu patriotismo. No solo tendrás que bregar con agencias gubernamentales ineficientes, empleados públicos apáticos y malcria’os, una infraestructura decrépita, criminalidad generalizada y reggaetón por to’s la’os… sino que también te haremos pagar más impuestos. ¡De nada, generación que simboliza el futuro de nuestro país!», exclamó agradecido el primer mandatario.