San Juan, Puerto Rico – La compañía productora de las galletas Cameo, Mondelez International, reveló que el 90% de la producción global de estas es destinado a la Isla. Investigaciones más rigurosas detectaron que la mayor parte de su consumo local se le puede atribuir a una sola persona, quien para la sorpresa de nadie es la Presidenta de la Cámara de Representantes, Jenniffer González.
¿Quién se hubiera imaginado que las Cameo son casi tan boricuas como las Rovira Export Soda?
«Cuando me informaron que casi toda la producción de las galletas Cameo iba a parar a una islita caribeña de 100 por 35, me pregunté: ‘What the fuck?‘», confesó Irving Anderson, gerente de Mondelez International. «¿Por qué esas galletas en particular son tan populares entre los boricuas? ¿Qué, acaso saben a morcilla, van bien con maví, o vienen envueltas en cupones?». El misterio solo se intensificó, sin embargo, cuando los contables de la compañía pudieron rastrear la mayor parte de las ventas de la galleta a una sola persona, quien, en la opinión de estos, «debe tener solo melaza en las venas».
Este envidiable ejemplar de buen estado físico podría tener melaza en las venas
Gustavo Armstrong, gerente general de Mondelez International en Puerto Rico, explicó que «en Puerto Rico se venden galletas Cameo como si cada puertorriqueño consumiera un paquete de galletas al año», aunque una investigación más exhaustiva reveló que «la realidad es que es básicamente la misma persona quien se come como nueve mil paquetes al día». Para identificar a la persona no necesitaron ni siquiera revisar los recibos de compra: «Nos bastó con seguir la estela de envolturas en el piso para dar con el rastro de Jenniffer González, quien, aparte de ser una ‘esmayá’, aparentemente no sabe lo que es un zafacón».
Si sigues la estela de envolturas de galletas Cameo, llegarás a la casa de Jenniffer González
La presidenta cameral, por su parte, no negó ser la mayor consumidora de Cameos en la Isla. «Me encantan esas galletas y las compro en furgones de la SeaLand, ¿y qué?», se defendió González. «¡Algo tengo que comer de snack cuando las tiendas de Krispy Kreme están cerradas, que no me dé un bajón de azúcar!».