El anuncio se dio inmediatamente después de que el monseñor William J. Lynn fuera condenado de tres a seis años de prisión por encubrir al sacerdote Edward V. Avery. Luego de Avery ser acusado en 1993 de abuso y estar internado en un hospital psiquiátrico, el monseñor optó por transferir al sacerdote a una nueva parroquia y no advertir a nadie sobre las acciones pasadas del sacerdote. Este volvió a abusar de un niño de diez años en 1999. La defensa del monseñor alegaba que este solo seguía las instrucciones del (por supuesto) fallecido arzobispo Anthony J. Bevilacqua.
El anuncio fue hecho por el Arzobispo de Filadelfia, Charles J Chaput, quien se ha rehusado a comentar sobre llamados a expulsar a Lynn como sacerdote. Este opinó que el coquí puertorriqueño presentaría justamente la posición del Vaticano sobre los casos en corte. «¡Este coquí es la changa! ¡En verdad da las respuestas perfectas sobre este tema! ¡Vengan! ¡Pregúntenle, que es una cosa preciosa!», instó con gran entusiamo el obispo.
OB-viamente, tuvimos que acceder a la invitación:
El Ñame: ¿Vindica este veredicto el reclamo de las víctimas de abuso sexual de que los altos jerarcas de la Iglesia deben responder ante la justicia?
Coquí: ¡Coquí!
El Ñame: El Monseñor Lynn, ¿será expulsado como cura ahora que es un convicto oficialmente? ¿Se investigará su alegación de que el arzobispo Anthony J. Bevilacqua fue quien realmente dio las instrucciones?
Coquí: ¡Coquí! ¡Coquí!
El Ñame: ¿Qué dice esto sobre la alta jerarquía del Vaticano? ¿Hubo incompetencia crasa en los más altos niveles? ¿Qué tiene que decir el Vaticano sobre las expresiones de la diócesis a los efectos de que esta sentencia es demasiado severa? La Iglesia, ¿tiró a mondongo al monseñor Lynn?
Coquí: ¡Coquí! ¡Coquí! ¡Coquí!
El risueño Arzobispo cerró la conferencia de prensa anunciando que el coquí será asistido por una chicharra quien responderá con igual elocuencia cuando el coquí no esté disponible.