Ayer domingo se celebró el Día de las Madres, la ocasión que millones de hijos ingratos aprovechan para congraciarse con sus progenitoras regalándole flores plásticas de las que venden los cacos en las luces (o quizás una caja de Whitman’s Sampler) acompañadas de una tarjeta con un mensaje genérico y clisado. Hallmark, la compañía de tarjetas que se inventó la mayoría de las celebraciones en el calendario, anunció que el día de hoy debemos felicitar nuevamente a nuestras progenitoras regalándole alguna de las tarjetas del Día de las Madres que todavía quedan en los estantes de las farmacias (so pena de ser un mal hijo).
«El Día de Regalar Tarjetas de Madres que No Se Vendieron Ayer es la más reciente celebración que todo el mundo tendrá que observar de ahora en adelante», aseguró Dick Howard, presidente de Hallmark. «Es muy importante que la gente esté consciente que quien no conmemore este importantísimo día estará esencialmente menospreciando a su señora madre. Regalarle una sola tarjeta a nuestras mamás no puede ser suficiente», indicó. «¡O al menos esperamos que no lo sea, porque de otro modo no sabríamos qué hacer con todas esas tarjetas que no se vendieron ayer!».
La compañía de tarjetas anunció que continuará igualmente sacándose de la manga nuevas celebraciones para aumentar el consumo de sus productos, tales como «el Día de la Fidelidad» (en el cual todo marido que le sea fiel a su esposa le debe regalar una tarjeta), «el Día de los Estudiantes con ‘A'» (en el cual todo estudiante que quiera sacar buena nota en sus clases debe obsequiarle una tarjeta a cada uno de sus maestros) y «el Día del Político Corrupto» (en el cual cada ciudadano debe enviarle una tarjeta a todos los funcionarios gubernamentales que se pasen la ley por las nolas). «Aunque no estamos seguros si tenemos suficientes reservas de papel para suplir toda la demanda que generará esa última celebración», admitió Howard.