Cansados ya de rempujar sus retrógrados ideales de antaño en una nación que sigue inexorablemente moviéndose hacia el futuro, los republicanos decidieron «dejar la cantaleta nuestra de volver a los gloriosos tiempos de grandeza de nuestra Nación» y hacer algo al respecto. «Sí, podemos seguir pasando leyes inconstitucionales que violen la privacidad y los derechos a la intimidad de las mujeres«, explicó Whitney Blanchard, un representante republicano de Virginia, «pero esto ya cansa. ¡Es mucho más fácil simplemente viajar a un tiempo en la historia cuando las mujeres no tenían derechos que violar!».
El proyecto del partido conservador, llamado «Operation Blast to the Past«, consiste en crear un enorme portal que atraviese el continuo espacio-tiempo capaz de transportar 200 años en el pasado a quien entre en él. En esos tiempos los únicos que participaban en los procesos políticos eran hombres blancos con terreno; las mujeres no podían votar y eran esencialmente propiedad del esposo; y los negros eran esclavos que no podían ni tirarse un peo sin permiso de su amo — o, como muchos republicanos se refieren a esa época, «the good ol’ days«.
«No importa qué hagamos, el mundo seguirá ‘adelantando’ y ‘progresando'», se quejó Rick Santorum, uno de los candidatos presidenciales por el Partido Republicano. «Ya nunca será el caso que yo, como hombre blanco y adinerado que soy, tendré poder absoluto en la sociedad, porque ahora las mujeres son dizque ‘iguales’ al hombre, e incluso las minorías –¡las minorías!– tienen poder político. Tanto así que hasta tuve que ir por unos días a una islucha caliente y húmeda llena de mexicanos que se hacen llamar ‘boricuas’ para rendirles pleitesía y mendigar votos. ¡En el pasado hubiera podido simplemente esclavizarlos a to’s y usarlos para que me construyeran la casa y me hicieran el patio! Añoro los tiempos en que si un morenito igualado se te ponía con cosas, tú podías responderle con un par de latigazos, en vez de con un: ‘Sí, señor Presidente'».
La noticia del éxodo masivo de los republicanos conservadores fue recibido con beneplácito por millones de personas en los Estados Unidos, pero nadie está más contento que el Presidente Barack Obama. «Honestamente ya estaba harto de todas las quejas de ‘persecución’ de los republicanos», confesó el primer mandatario. «Cuando los oyes hablar, es como si ser blanco y cristiano te pusiera en la mirilla para que te discrimine la mayoría — ¡a pesar de que ellos son la mayoría! Cada vez que dicen que la América del pasado era mejor que la del presente, lo están viendo solamente desde el punto de vista de los cristianos blancos — ¡porque todos los demás grupos están mejor hoy día que hace 200 años!», aseguró Obama, quien, en la América idílica de los conservadores, todavía está sentado en la parte atrás de la guagua.
Por su parte, el Presidente prometió poner recursos gubernamentales a la disposición de sus opositores políticos para concretar el proyecto, «porque si nos ponemos a esperar que ellos mismos averigüen cómo construir ese portal transtemporal, nos salen canas: ¡todos sabemos que los republicanos no creen en la ciencia!». Finalmente, Obama aplaudió la decisión de los conservadores de «rasparse to’s pa’l pasado y dejarnos el presente a nosotros los que no tenemos problemas con el progreso habitual e inevitable de la sociedad».