«En la vida, los mejores propósitos toman tiempo», comenzó diciendo el Gobernador para explicar que es natural que sus sensatas y bien ponderadas iniciativas tarden un poco en reflejar resultados tangibles. «Siete artesanas de Moca requirieron un año para tejer el telón de mundillo del Teatro Raúl Juliá. Tomó 10 años pintar a Muñoz Marín. El astronauta boricua Joseph Acabá tardó 42 años en llegar al espacio, y Roberto Alomar, 43 para alcanzar el salón de la Fama. ¡Tomó cinco años construir el Capitolio, y más de dos siglos construir El Morro! Ante estos importantes logros de puertorriqueños como tú y como yo, mi mensaje para ti es sencillo: ¡nosotros los puertorriqueños nos tardamos con cojones en hacer todo! ¿Por qué comenzar a exigir rapidez ahora?», preguntó un efusivo Fortuño mientras sus incondicionales seguidores aplaudían con gran satisfacción el hecho de que un gobernante haya sido capaz de comparar el tiempo que tardará la economía en estabilizarse con los más de doscientos años que se tardaron los españoles en construir el Morro.
En su inspirador mensaje, el Primer Mandatario aseguró que gracias a sus medidas durante los pasados tres años el país finalmente comienza a experimentar una mejoría sustancial en su economía, lo que evidenció citando estadísticas sobre la reducción en quiebras de negocios. «Gracias al esfuerzo y dedicación del trabajador puertorriqueño, llevamos ya nueve meses corridos de reducción en el número de negocios en quiebra: si continuamos con nuestros planes, ya pronto no quebrará ningún negocio en este país. ¡Eso es progreso!», indicó eufórico sobre el impresionante logro de estar a punto de conseguir que no quede ninguna compañía que quebrar en la Isla.
El gobernador Fortuño reveló además que el país ha visto un aumento en su nivel de exportaciones, lo que según explicó representa un logro directo de sus nuevas políticas de incentivos para la producción local. «En eso [las exportaciones] es que más sólidos resultados hemos obtenido», sostuvo el Gobernador mientras se peinaba su pollina por quincuagésimotercera ocasión en el mensaje. «Sí: dije ‘exportaciones'», sostuvo con firmeza Fortuño, adivinando la confusión en la mente de miles de televidentes que no podían creer que las palabras «aumento» y «exportaciones» pudiesen ser usadas en la misma oración. «Específicamente, durante los pasados meses hemos aumentado la exportación a Estados Unidos de nuestros principales productos locales: peticiones de cupones y ayuda federal», explicó Fortuño, aclarando cualquier duda que pudiese existir sobre los magníficos efectos que los tradicionales enfoques económicos de su colectividad política tienen sobre la producción local. «Lo importante de toda nuestra gestión es que más puertorriqueños están logrando ganarse el pan con el sudor de su frente», sostuvo el Gobernador, elogiando el creciente número de puertorriqueños que ha tenido que recurrir a vender agua embotellada en los semáforos del área metropolitana.
Al hablar sobre la criminalidad, Fortuño aseguró que a pesar de que las estadísticas de asesinatos alcanzaron una cifra récord el año pasado, nada descarrilará la implementación de su detallado plan anticrimen. «Que sepan los enemigos y críticos de nuestra administración: continuaremos nuestro enfoque contra el crimen y no escatimaremos en gastos: contrataremos el personal que sea necesario para disminuir la actividad delictiva en el país». Al preguntarle si entre el personal que planeaba contratar se encontraban trabajadores sociales, técnicos de campo, policías y criminólogos, Fortuño contestó que «realmente estaba pensando más en estadísticos corruptos que escondan nuestros números«. A pesar de que rechazó ofrecer proyecciones de disminución de incidencia criminal, expertos sugirieron que a juzgar por los impresionantes resultados obtenidos recientemente, duplicar el número de estadísticos podría resultar en cero crímenes justo a tiempo para las elecciones.
Otros logros importantes citados por Fortuño en su mensaje fueron el uso de capas protectoras especiales para evitar que se oxide su cara de lata, la aplicación liberal de teflón para ayudar a que le resbalen las críticas a sus programas económicos, y su selección como modelo a seguir de un soldado sobreviviente de severas heridas de batalla, en lugar de escoger pedófilos como en ocasiones anteriores. «Nuestra gente mira nuevamente al futuro con esperanza», finalizó diciendo el Gobernador, en obvia referencia a la gran esperanza del ciudadano promedio de que otra persona salga electa en las elecciones de noviembre de este año.
Al cierre de esta edición había sido imposible obtener una reacción del candidato a la gobernación por el opositor Partido Popular Democrático, Alejandro García Padilla, debido a que los encargados de sus campaña aún no habían terminado de redactarle su espontánea reacción al mensaje del Gobernador.