«El Vote-O-Matic 2000 traerá finalmente al Siglo 21 al Senado de Puerto Rico… ¡si bien quizás no a sus integrantes!», aseguró Felipe Farías, representante de ventas de la compañía que produce el sistema. «Con un sencillo e intuitivo interfaz para el usuario, nos resulta casi imposible pensar que exista alguien que no pueda operar nuestro aparato sin confundirse — ¡o al menos ese era el caso antes de ver la manada de trogloditas que ocupan el Senado!». Farías intimó que el Vote-O-Matic 2000 goza de todas las funcionalidades que exigió el cuerpo legislativo, excepto las de «recitar en voz alta los proyectos de leyes sometidos a votación para aquellos senadores que no saben leer»; «poder votar desde una silla de playa en Piñones»; y «sigilosamente descartar todos los votos de los populares».
La sencillez de uso del nuevo sistema, sin embargo, no ha evitado que el Senado apruebe leyes sensatas debido a errores de votación. Por ejemplo, al preguntarle a Evelyn Vázquez por qué votó a favor de una ley que le suspendería la licencia a cualquier legislador que guíe en exceso de velocidad, ella replicó: «¿Que yo voté por eso? ¡No puede ser! A menos que la legislación proponga una expedición submarina para buscar tesoro hundido à la Indiana Jones, o que sea una de estas resoluciones totonas que nada componen (como lo del Día del Buen trato), ¡no me parece que yo le votaría a favor!». Sin embargo, el nuevo sistema electrónico mantiene un récord del voto emitido por cada senador, lo que hizo que Vázquez se diera cuenta de su error: «Ah, ya veo: yo apreté ese botoncito que leía ‘Yea‘, aunque no sabía qué rayos quería decir eso, porque el otro leía ‘Nay‘ y eso suena como algo que diría un jíbaro, ¡y yo no soy ninguna jíbara!».
Lo cierto es que Vázquez no es una única legisladora en haber «metido el dedo donde no era» para accidentalmente legislar a favor del Pueblo. En menos de una semana, la ignorancia tecnológica de nuestros legisladores causó que sin querer aprobaran proyectos de ley que los obligarán a: enforzar la unicameralidad el mes entrante; renunciar inmediatamente a sus derechos a dieta, carro y celular; y demostrar que tienen un cociente intelectual superior al de un niño de sexto grado para poder retener su escaño (incidentalmente, muchos opinan que «esa última ley vaciará tantos puestos que implementar la unicameralidad será pellizco ‘e ñoco»).
Otro detalle del nuevo aparato es que ahora todos los controles dentro del hemiciclo, no solo el método de registrar los votos, son completamente electrónicos. Esto ha causado que los miembros de la minoría popular hayan podido expresar su descontento con la mayoría penepé libremente, mientras se le escucha a Rivera Schatz gritar con desespero: «Maldición, ¿¡cómo se le apagan los micrófonos a la oposición en este maldito sistema!?».