La ex gobernadora de Alaska anduvo durante el verano en una gira en la cual hizo paradas en distintos lugares de significado histórico para la nación americana, en donde procedió a demostrar cuán poco sabe de dicha historia. Durante la gira, conocida como el «One Nation Bus Tour« (seguramente porque «One Idiot Bus Tour» hubiera sido demasiado preciso), Palin procedió a aguarle la fiesta a sus compañeros republicanos, primero opacando el lanzamiento de la candidatura presidencial de Mitt Romney, luego haciendo una parada impromptu para aprovechar la atención mediática del «Iowa straw poll«, y finalmente irrumpiendo en el debate. Uno de los presentes en la actividad opinó que «Palin roba más cámara que el Extra Gómez — ¡y tiene todavía menos talento que ofrecer!».
A mitad del debate, mientras el ex legislador Rick Santorum procedía a decir por enésima vez cuánto odiaba al presidente Obama y lo importante que era bajarle los impuestos a la gente con chavos, el enorme autobús de Palin atravesó la pared del salón de actividades cual si fuera el Kool-Aid Man y se detuvo en medio del mismo escenario. Ante las miradas atónitas de los presentes, la ex gobernadora se bajó de la guagua y preguntó inocentemente, mirando de lado a lado: «Ay, ¿pero qué está sucediendo aquí?», y acto seguido exclamó, olfateando el aire frenéticamente: «¡Cámaras de televisión! ¡Huelo cámaras de televisión! ¿¡Dónde están!?». Curándose en salud, Palin se apresuró a añadir: «Y antes de que me sigan fastidiando con la misma pregunta, ¡todavía no me he decidido si voy a correr para la presidencia!».
El debate procedió con el enorme autobús de trasfondo mientras Palin sonreía casquivanamente a las cámaras y trataba de quitarle el micrófono a los participantes del debate para intentar decir alguna barrabasada. A pesar de que el incidente causó un gran disturbio en el debate, miembros de la concurrencia estuvieron de acuerdo en que no todo fue una pérdida, porque «al menos el insoportable gobernador de Texas Rick Perry quedó pillado debajo de las gomas de la guagua y así no pudo seguir diciendo cosas que nos avergüencen de ser republicanos».