«Como asesor legal del senador Soto», indicó el licenciado Javier Batista, «el mejor consejo que puedo darle a mi cliente es que se calle la boca, y que, para estar seguro que no se le sigan zafando necedades, que se ponga un bozal bien apretado, y que no se lo quite por nada del mundo». La sugerencia viene luego de que, luego de jactarse de guiar un lujoso automóvil Bentley, El Chuchin diera cuatro explicaciones diferentes y contradictorias acerca de la procedencia del vehículo. «Tener un cliente que sea un mentiroso compulsivo es una cosa», explicó el licenciado Batista, «¡pero uno que mienta en cuatro direcciones diferentes simultáneamente, esos son otros veinte pesos! Es más, lo único sensato que él ha dicho recientemente es que no piensa correr para la reelección — ¡y los únicos que se deprimieron al escuchar eso son los charlatanes y comediantes de la Isla, que van a perder una gran fuente de material!».
«Nosotros los abogados estamos acostumbrados a vender mentiras como si fueran verdades», admitió el asesor legal de El Chuchin. «De hecho, ¡algunos podrían decir que esa es nuestra labor primordial! Sin embargo, cuando tienes un cliente que parece tener una conexión directa entre la boca y la pata, esa es la hora de engancharle un bozal y no aflojárselo ni pa’ los pastores — ¡ni para comer, que pa’ eso existe la alimentación intravenosa!». Batista intimó que anteriormente él había intentado callar al senador Soto con un «shock collar«, reprendiéndolo cada vez que dijera algo que lo pudiera meter en problemas, «pero el condena’o le cogió el gusto al fuetazo eléctrico y eso dejó de funcionar».
Incluso en el momento que teóricamente se desembarazó del asunto del sospechoso automóvil regalado, entregando la documentación que el Comité de Ética del Senado le pidió, El Chuchin no pudo evitar abrir la boca y meterse en otro problema, alegando: «Ya lo entregué todo y estoy más limpio que Fortuño, que si lo llegan a investigar va preso«. «¿Ya entienden lo que digo sobre mi cliente?», preguntó exasperado el licenciado Batista. «Él no hace más que salir de una y se mete en otra, acusando al foquin PRESIDENTE DE SU PROPIO PARTIDO de ser un corrupto que merece estar en la cárcel. O sea, si eso es cierto o no, eso es otro cantar: ¿pero tú crees que esto se va a quedar ahí? ¡Ahora sí que van a investigarlo para sacarle trapitos sucios, y acá entre nos, él tiene sus tantitos!», aseguró el letrado, posiblemente violando algún canon de ética. «¡Este Chuchin hace que me quiera cortar las venas más que una canción de Felipe Rodríguez!».
Los últimos informes son que el abogado de El Chuchin estaba de compras en la tienda «Muzzles ‘R Us«, preguntándole al muchacho de la tienda si un bozal en particular venía en «large«.