Tilapia, el representante de los animales acuáticos, enfatizó que «aquellos cristianos que por sus creencias entienden que no deben comer carne los viernes durante la Cuaresma y en Viernes Santo, no deberían comer pescado tampoco… ¡jelou, nosotros también somos carne!». El pez aseguró no entender cuál era la excusa teológica que permitía que los cristianos pudieran devorar millones de peces en Semana Santa sin sentir que han pecado contra su Salvador, y concluyó: «¡Quizás solo tengamos que conseguirnos algún estudioso bíblico que pueda buscarnos un loop-hole religioso a nosotros también!».
«Estoy sumamente consciente que sé delicioso en escabeche y con guanimes», confesó un bacalao de aguas caribeñas mientras eludía tenazmente las redes de un pescador. «Pero eso no es excusa para que me coman con tanto ahínco cada Viernes Santo. El problema es que cuando me papean a mí, se acabó lo que se daba: si fuera que al morir yo resuscitase a los tres días como hacen otros, eso no sería un problema. ¡Así cualquiera!».
Tilapia sugirió que si los cristianos verdaderamente querían hacer un sacrificio durante la Cuaresma, en vez de pescado deberían comer «algunas de esas cosas repugnantes que solo comen los vegetarianos». «Ok: si no quieren comer carne para no sentirse algo caníbales con su propio Redentor, los entiendo perfectamente. En ese caso, ¿por qué mejor no comen ‘tofurky‘ o algo similarmente vomitoso? Y si no quieren sacrificarse tanto: ¿qué tal un sancocho de viandas con arroz y pa’ fuera? ¡Tienen opciones, mi gente!».