El Xbox Kinect es esencialmente una cámara que visualiza el contorno del jugador y detecta sus movimientos, posibilitando la creación de juegos de baile y de deportes que puedan medir las destrezas físicas (a su carencia) de quien los juega. Esto forzosamente ha traído de vuelta a la realidad a miles de gamers quienes podían antes mantener su superioridad al menos en el mundo de los videojuegos, y ahora se ven confrontados con el hecho de que pasárselas jugando videojuegos pasivos en el sótano de sus casas por las últimas décadas los han convertido en masas amorfas y desaliñadas que huelen tan mal como corren.
«¡Se acabó La Era del Geek!», notó con tristeza Alex Tannenbaum, un obeso jugador de videojuegos, mientras trataba de recuperar el aliento luego de un breve juego de Kinect Adventures en el cual tenía que brincar y mover los brazos y piernas. «Antes yo podía comerle las nolas en cualquier videojuego a cualquier atleta que se me fronteara, pero con esta vaina mis libras de más y mi rechazo al ejercicio me han devuelto a lo que era mi realidad en escuela superior. ¡Maldito Kinect!», imprecó mientras aún jadeaba al borde del desmayo.
«Esto al fin ha regresado el orden normal de las cosas», opinó satisfecho Zane Hamilton, atleta estrella de su escuela superior y el bravucón de la clase. «Estos nerdos mantecosos tenían una sola cosa positiva en su vida: su destreza en los videojuegos. La gente les da de codo, no dan pie con bola con las muchachas, y sus padres se sienten secretamente avergonzados de ellos: ¡pero al menos en Halo 3 y Medal of Honor no hay quien les gane! Ahora con el Kinect, no les quedará más remedio que ser de nuevo los perdedores, los de abajo, los que no pegan una: ¡tal como debe ser!», exclamó Hamilton mientras le daba una pela virtual (¡y física!) al estofón de la clase en el juego de pelea Fighters Uncaged.
Notando el potencial de su nuevo aparato para atraer a los guapetones de la clase al mundo de los videojuegos, Microsoft anunció que está desarrollando nuevos ejemplares, entre éstos: «Kinect Bully» (en el cual un jugador –el bully mentado– le gasta bromas pesadas a una víctima; el juego automáticamente le asigna el rol de «bully» al jugador con el menor Gamerscore); «Kinect Ass-Kicking» (en el cual el jugador deberá partirle la cara a una víctima imitando las movidas sugeridas por el juego); y «Kinect Dodgeball» (trayendo el doloroso y humillante juego de tiritápate al mundo virtual). «Con estos juegos, mi supremacía en el mundo físico virtual será completa: ¡gracias Microsoft!», opinó el bravucón Hamilton satisfecho consigo mismo, sin sospechar que su futuro sólo le deparaba trabajos miserables, matrimonios fracasados y sueños rotos.