«¡Se me dio! ¡Se me dio!», exclamó jubiloso Juan «Papucho» Suárez, vendedor de carros usados en Santurce y generalmente famoso por ser un malparido. «Ahora que podré pedir un certificado de nacimiento nuevo, quizás pueda mejorar mi condición de malparido cambiando par de cositas. ¡Sólo espero que dejar de ser un malparido no me impida ser un buen vendedor de carros usados!», expresó retóricamente, aunque la respuesta es que sí, sí se lo impedirá. Por su parte, Martín Palomera, un juez de distrito considerado por todos como «tremendo hijo ‘e puta», informó que hará todo lo posible porque en su nuevo certificado de nacimiento «figure el nombre de una madre menos rampletera que la mía. ¡Qué importa que tenga que esperar varios meses en lo que los bambalanes del Registro Demográfico procesen las millones de solicitudes que seguramente recibirán en cuanto llegue julio! Todo valdrá la pena cuando logre que todos los acusados a quienes mando a la cárcel dejen de sacarme en cara la putanguería de mi madre cada vez que les tiro con el libro».
Igualmente festejaron los bastardos, los que «no tienen madre», y los que «nacieron de una mata de plátano», quienes se asegurarán de rectificar sus respectivos problemas a la hora de pedir la expedición de sus nuevos certificados de nacimiento. Fuentes de entero crédito reportaron que incluso el gobernador Luis Fortuño solicitará una copia del nuevo documento «para poder finalmente demostrarle al tusa ese de Calle 13 que mi madre siempre ha sido una santa«.