«Que quede esto muy claro para todo el mundo: la agenda de Puerto Rico la establezco yo, el Gobernador. Yo mando en este país, no Rivera Schatz», nos dijo Luis Fortuño por enésima vez desde que llegamos a Fortaleza a petición suya y sin nosotros siquiera hacer una pregunta. «Que no le quepa duda a nadie, aquí está el Gobernador. El que manda. El más que mea. ¡Y el que quiera retarme, pues aquí estoy! ¡Que meta mano! ¡Que me rete en primarias!», instó con el fronte que estamos bastante seguros que una persona segura de sí misma no necesita dar. «Ahora, si me perdonan, yo, Luis Fortuño, Gobernador de todos los puertorriqueños, tengo que ir a hacerme el más machito delante de otros miembros de la prensa. Los dejo con Luce, para que les hable del último librito de Ronald Reagan que está leyendo».
«¿Quién es el gobernador de todos los puertorriquenos? ¡Yooooo, coñoooo!», se escuchaba decir en la distancia a Fortuño mientras nos sentábamos con su señora esposa, Luce Vela, para que nos diera detalles de la crisis. «¿Quién le preguntó por Tommy? ¿Leysa Caro de Primera Hora? ¿Daisy Sánchez? ¡Me cago en la madre del que se le ocurrió preguntar, porque ahora tengo que bregar con esta pendejá’ todo el día!», aseguró una airada Luce. «Voy a tener que sentar a esta prensa como hice con los trillizos para decirles que no lo reten. Cada vez que los nenes se le armaban, era la misma pendejá’, pero con que quién era el hombre de la casa… Annoying!«.
Le preguntamos a Tomás Rivera Schatz su opinión sobre las expresiones del señor Gobernador, a lo que contestó: «Bueno, yo en ningún momento he retado la autoridad del Gobernador. Si él se quiere dar por aludido cada vez que yo ejerzo mi facultad de someter legislación, pues que siga sacando pechito. Yo simplemente seguiré haciendo mi trabajo, actuando como lo que soy: el Presidente del Senado. ¡No hay por qué recordárselo a nadie! Porque imagínate, si me la paso sacando pechito, la gente empezaría a pensar que soy un mama’o… ¿Verdad?», aseguró con segura lógica.