Washington, D.C. – Utilizando sus conexiones culturales con Kenia, el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, anunció que una parte integral de su plan para la reforma de salud sería importar miles de médicos brujos de dicho país africano, quienes proveerán «cuidado médico excelente a un costo bajísimo».
Uno de los médicos brujos que Obama traería a los Estados Unidos para sanar a los enfermos con sahumerios
El proceso de arribar a un consenso entre los republicanos y los demócratas en cuanto a una ley de reforma de salud que cubra a todos los estadounidenses ha sido arduo y lleno de discusiones, por lo que el presidente Obama ofreció una sugerencia de acoplar a la propuesta el uso de los servicios de médicos brujos importados de Kenia para abaratar los costos. «Miren», explicó el Primer Mandatario, «yo sé que se está debatiendo en el Conreso cómo cubrir los costos que incurriría el gobierno federal en otorgarle seguro médico incluso a personas que creen que sólo vale la pena ir al doctor después de haberse muerto. ¿Qué tal si pudiéramos ofrecer servicios de salud a una fracción del costo, e incluso realizar cuidado preventivo a nuestro pueblo? ¡Pues para eso están los chamanes de mi país natal, Kenia! ¡Perdón!», se auto-corrigió Obama antes de que le cayeran chinches, «No país ‘natal’: quise decir ‘ancestral’. Énigüei, el punto es que estos médicos brujos podrían incluso estudiar sus hojas de té o lo que sea para pronosticar quién se va a enfermar y tratarlos antes de que se ponga seria la cosa, algo así como los ‘pre-cogs‘ de la película ‘Minority Report‘, pero con más pelo y menos mirada desalmada».
Contrario a los pre-cogs, los chamanes no tienen que sumergirse en una bañera llena de emplegoste para pronosticar el futuro
Obama aseguró que el costo de importar a esos miles de curanderos kenianos sería ínfimo, dado que estarían dispuestos a emigrar al continente americano con tal de escapar de su país, y una vez en los Estados Unidos se conformarían con cualquier tipo de vivienda, «dado que incluso acabar en un arrabal de Detroit es filete comparado a vivir en una casa de fango». También adelantó que ha hablado con portavoces de los médicos brujos, y que se conformarían con que les pagaran con gallinas (vivas o muertas), o con que sus pacientes les dieran una de sus hijas en matrimonio. Los chamanes también sugirieron ofrecer incentivos adicionales, como por ejemplo hacerle llegar a todo americano el «Changó Card«, válido para obtener descuentos en sangre de gallo fresca y muñecos vudú a costos de manufactura, y para solicitar un despojo anual «como de ésos que hace Walter Mercado con un poco de Agua de Florida y un mazo de yerba buena».
Walter Mercado preparándose para hacer un despojo, y rogándole a Dios que lo haga menos atractivo a las féminas para que lo dejen tranquilo
Una vez los médicos brujos queden cubiertos bajo el plan gubernamental, Obama proyectó que podrán antender pacientes que sufran desde cosas tan sencillas como dolores de cabeza (siempre y cuando sean causados por fufús echados por otros chamanes diestros en las artes ocultas) y casos tan delicados como maldeamores. Obviamente, también estarán plenamente cualificados para hacer embrujos, maleficios y maldeojos, procedimientos que actualmente son prohibitivamente caros bajo los planes de las casas aseguradoras tradicionales por el costo de tener que importar chamanes del exterior: con médicos brujos locales, sin embargo, será fácil «hacerle un maleficio a la fleje que te las pegó con tu mejor amigo, o al jefe hijuela que no te dio la promoción que te merecías a pesar de que llevas acostándote con él por más de un año». El plan que propone Obama igualmente permitirá una visita anual gratuita de adivinación y vaticinios, durante la cual «tu curandero de cabecera te echará los caracoles para ver qué te depara el destino». Obama aseguró que «esa pendejá’ funciona», porque a los caracoles le auguraron a él hace un año que yo «le daría una patada en el trasero a un viejo cascarrabias… ¡y mira a ver si [John] McCain no tiene ahora una impresión de mi zapato en una nalga!».
Ésa es la cara de un hombre con un zapato incrustado en el jóyet
«En esta penuriosa época de recesión no podemos descartar ninguna fuente de ahorros», concluyó Obama, «y por ende no debemos cerrarle la puerta a las artes negras como tratamiento médico. Ahora bien, quiero asegurarle al pueblo americano que se excluirá de este plan a cualquier chamán que haya sido acusado de ser un roba-penes, porque en Estados Unidos no vamos a tolerar ningún ataque que atente contra nuestra hombría», aseguró, subconscientemente cubriéndose las partes nobles. Según el Presidente, allende a los ahorros que los curanderos significarán para el erario, la mejor razón para importarlos es que le aseguraron que tienen la cura para la gripe porcina: «Sólo me pidieron que les trajera sangre de cerdo fresca y mucha tripa… aunque ahora que lo pienso… ¡no sé si están preparando una cura o simplemente haciendo morcilla!».