Ciudad de Nueva York, Nueva York – La Asociación Americana de Comediantes (o «POO», según sus siglas en inglés por ninguna razón lógica) celebró el día de ayer un solemne homenaje despidiéndose con gran duelo de la presidencia de George W. Bush, la cual les permitía tener fácil acceso a material cómico sin esfuerzos mayores.
«Alguien explíqueme qué carajo se supone que hagamos ahora que se fue Bush», comenzó la actividad Jon Stewart, el anfitrión del homenaje y hombre ancla del programa de sátira política «The Daily Show». Asegurando que «a ningún comediante que yo conozco le gusta pasar trabajo», Stewart lamentó que, tras la ausencia del ex presidente Bush «ahora todos tendremos que dejar de beber, fumar marihuana, y dormir hasta el mediodía, y ponernos a trabajar de verdad pensando en chistes para nuestras rutinas y programas de comedia». El comediante, sin embargo, no descartó que aun en su retiro «Bush siga metiendo la pata, diciendo cantinfladas y ahogándose con prétzels: ¡sólo podemos rezar!».
Jon Stewart en el set de «The Daily Show», programa que de ahora en adelante será menos cómico dado que Bush no será ya el blanco fácil
«Yo no soy creativo para nada», admitió Bill Maher, el anfitrión del programa de discusión política «Real Time with Bill Maher», y cuyos comentarios son en un 90% críticas contra Bush. «Cuando tenía que preparar los temas de discusión de mi programa, me bastaba abrir el periódico del día para ver qué burrada había dicho y/o hecho W el día anterior, y voilà: ahí se iba un segmento entero discutiendo cómo era posible que este hombre tuviera en su control los códigos nucleares. Pero ahora con Obama nos jodimos: empezó cumpliendo ya una de sus promesas de campaña (lo de mandar a cerrar la cárcel en Guantánamo) y teniendo una charla respetuosa y diplomática con un reportero en una cadena de televisión árabe. ¿Qué carajo se supone que me tripee de eso? ¿Dónde está Bush dando ultimátums retantes y diciendo bravuconerías del tipo ‘si no estás con nosotros, estás en contra de nosotros’? ¡Obama, por favor, háznoslo fácil!», suplicó Maher. «¡Tírate a una secretaria, empiézate una guerra con Canadá, lo que sea! ¡No me obligues a tener que pensar en chistes yo mismo, que ya ni me acuerdo cómo hacer eso!».
Bill Maher luciendo alicaído porque ahora tendrá que escribir su propio material
Otro comediante que hizo acto de presencia en el acto de conmemoración fue el iracundo Lewis Black, famoso por irse en rabietas vociferantes criticando la administración del ex Primer Mandatario. «Aunque decidí venir a esta actividad», aclaró Black, «tengo que admitirles que no estoy del todo triste que se haya ido George W. Bush de la presidencia. Mi doctor ya me había advertido que si me iba en otra rabieta contra el gobierno probablemente me hubiera dado un patatús y me ahí mismito me hubiera llevado Pateco, yo con la cara colorá’ del coraje y con el dedo índice congelado en un rictus de ira». A pesar de que Black probablemente le deba su vida «a que ahora nuestro Presidente no parece que entró a la posición por algún programa de affirmative action para los retardados mentales», sí admitió que la nueva administración no le proveerá tanto material como la anterior: «Amigos, guardemos un minuto de silencio por las ridiculeces fácilmente relajables que ya no veremos este próximo cuatrienio».
Lewis Black modelando la pose con la cual seguramente algún día morirá de un ataque cardiaco
Por su parte, los comediantes en Puerto Rico no manifestaron desazón alguno en el cambio de gobierno que se dio en la Isla en estas últimas elecciones, porque saben perfectamente bien que «no importa qué partido esté en el poder, aquí en Puerto Rico son to’s una partida de payasos, y aquí sí que nunca faltarán ridiculeces que nos podamos tripear».