San Juan, Puerto Rico – Ante una deuda de 143 mil dólares por la renta de su cede central en Hato Rey, el Partido Nuevo Progresista se ha visto forzado a buscar métodos alternos para recaudar fondos para saldar ésta. El primero de éstos fue requerirle a sus candidatos una donación obligatoria de 500 dólares para aumentar los fondos en las arcas del partido. Determinando que aún así exisitirían problemas pagando esta renta, el secretario del partido, Elías Sánchez Sifonte, anunció que todos los miembros del partido estarán vendiendo chocolatitos Nestlé.
¿Te acuerdas cómo tuviste que vender chocolatitos para el bailecito de la high? O mejor dicho, ¿cómo te los comiste y Papi y Mami te las compraron? Si eres miembro oficial del PNP, pues prepárate a volver a tus tiempos de infancia
«Estuvimos analizando cuidadosamente cómo recaudar más fondos para nuestro partido, y en realidad necesitábamos una fuente de ingreso que apelara al público en general», explicó el secretario. «Claramente, si nos paramos con alcancías en las luces, pues sólo nos van a dar chavos los PNP reventaos, y los demás nos van a gritar ‘¡Rosselló Corrupto!’. Ponderando esta disyuntiva, mi mente volvió a los tiempos de mi mocedad y me acordé de esos deliciosos chocolatitos Nestlé que vendí en 6to, 9no y 4to año, y ahí se me prendió el bombillo: si vendemos chocolates, ¿quién nos podrá decir que no? Tal vez nos griten corruptos como quiera, por eso de no dejar de joder, ¡pero nos van a comprar el chocolate y eso es lo que importa! En el peor de los casos nuestros miembros se los van a comer ellos mismos y van a tener que pagarlos de su bolsillos, o sus papás los van a pagar. Es un plan malvado, lo sé, pero, ¿qué más pueden esperar del Partido Nuevo Progresista? ¡Es perfecto!»
«¡Maldito sea Pedro Rosselló!», gritó Pedro Rosales, un autodescrito «popular reventao» al tiempo que se comía una barra de Nestlé Crunch que le acababa de comprar a un miembro de la avanzada PNP en una luz del área metropolitana. «¡Sólo a ese demonio se le pudo ocurrir esta sádica idea para obligar a todos los puertorriqueños a financiarle la campaña! Era tan fácil gritarles improperios y chillarles goma cuando venían a pedirme chavos con sus alcancías, pero ahora no puedo aguantar. Como quiera se los grito, ¿ves?, pero entonces me ponen el chocolate de frente sabiendo que me voy a poner como el conejito de Quik que nunca aguantaba chuparse el vaso completo… Puñeta, me siento usado», dijo entre sollozos mientras se comía la primera barra de la cajita de seis que compró.
«Hmmmm… ¡no puedo parar, puñeta! Hmmm… Rosselló… Hmm… ¡Te odio! Hmmm…» dijo este otro popular reventao al tiempo que se comía otra de las barras de chocolate que vende el PNP ahora debajo de las luces