WASHINGTON, D.C. – En su imperecedero afán de proteger a la ciudadanía contra terroristas malhechores que pudiesen atentar contra la seguridad aérea, la Agencia Federal de Aviación («FAA» por sus siglas en inglés) ha declarado que se prohibirá el transporte humano en aviones comerciales.
“Recientemente habíamos tomado medidas para prohibir el transporte de líquidos en recipientes mayores de 3 onzas”, dijo Lynne Osmus, Administradora de Seguridad de la FAA. “Nuestros expertos químicos hicieron pruebas que determinaron indiscutiblemente que mientras que 4 onzas de algún químico explosivo serían suficientes para decimar cualquier avión, 3 onzas resultan completamente inocuas”.
A la derecha, una inerme botellita de 2 oz.; a la izquierda, una maléfica botella de 4 oz. capaz de desencadenar una explosión de proporciones armaguedónicas
Al preguntársele que por qué no había bastado esa nueva medida de seguridad para prevenir desgracias aéreas, ésta prosiguió: “Bueno, es que luego de esa proclama, nuestros expertos matemáticos nos advirtieron que si bien 3 onzas son completamente inofensivas, nada previene que dos personas carguen 3 onzas de explosivos al avión, y las unan para hacer 6 onzas, que de más está decir podrían crear un apocalipsis de fuego y muerte en las alturas.”
“Luego, nuestros expertos biólogos nos informaron que el cuerpo humano es 75% agua, o sea, líquido, ¡y no quiero ni pensar cuántas onzas sería eso!”, exclamó airada. “Claramente sería un atentado para con la seguridad aérea que dejemos subir a un avión a un ser humano. Y lo mejor de todo es que ahora no nos pueden acusar de ser racistas, porque esta medida afecta a todo el mundo, no sólo a esos árabes atorrantes”.
“¡Mira qué mucha seguridad se respira en este aeropuerto vacío!”, exclamó satisfecha la Sra. Osmus
Contestando a las esperadas protestas de personas que dependen del transporte aéreo en su diario vivir, la Sra. Osmus respondió que “quizás debieron haber pensado en eso antes de ser una bolsa masiva de líquidos imposibles de identificar”.
De hecho, a raíz de este nuevo aviso de seguridad, los únicos beneficiados son los androides que coexisten con nosotros en la sociedad. “Al. Fin. Podemos. Volar. Como. Queramos.”, dijo con su voz sintetizada NoNó 356-87, un adorable androide de baja estatura. Anteriormente a los androides apenas se les permitía volar por dársele siempre preferencia a los humanos (y por su mirada desalmada y vacante que inquietaba a los otros pasajeros), pero las compañías aéreas han relajado sus estándares para poder subsistir luego de las nuevas restricciones de la FAA.
“Cuando tengamos pilotos androides y no haya humano alguno en un avión, entonces sí que los cielos estarán 100% seguros”, comentó desiderativa la Sra. Osmus. “Imagínense: aviones pilotados por androides: ¿qué podría salir mal?”
”Seré. Piloto. Eat. My. Dust. Bitches.”, exclamó NoNó 356-87