Mayagüez, PR – José Nogueras, el famoso cantautor puertorriqueño, fue removido de la cápsula criogénica que lo sostiene durante el resto del año, en preparación para la época navideña.
José Nogueras, recién liberado de su cápsula criogénica, pidiendo una Medalla y la dulce compañía de “una mujer, ¡cualquiera!”
Nogueras, que le ha regalado a la humanidad clásicos eternos como «El Cheque Es Bueno (Lo Que No Sirve Es La Firma)» y «Acceso Controlado», se mantiene anualmente en una cápsula criogénica, preservándolo para su renacimiento (como fénix de cantante mediocre), justo antes de las Navidades. «¿De qué sirve que yo siga despierto todo el año,» pregunta, «si lo único que toco son canciones navideñas que me toman 5 minutos escribir?». Ciertamente, apenas removido de su cápsula criogénica estaba ya tarareando lo que será al parecer su nuevo éxito navideño, «Dame Tu Cuajo Y Yo Te Doy Mi Morcilla».
El concepto de la suspensión criogénica para cantantes monotemáticos no es nuevo: éste fue estrenado por la desaparecida «Familia Katraska», que también se especializaba en insípidas canciones navideñas. Incidentalmente, fue precisamente la Familia Katraska la primera en comprobar la falibilidad del proceso criogénico, cuando sus cápsulas accidentalmente se enfriaron más de lo debido y terminaron todos más tiesos que un viejo caballo de palo. Como nota al calce, la autopsia del más joven de los integrantes de la Familia Katraska reveló que, a pesar de su larga cabellera, se trataba en efecto de un niño (fue necesario usar pruebas de ADN dado que el uso de lupa y microscopio no fueron definitivos). Lo más insólito del caso es que pasaron más de 6 años antes de que alguien se diera cuenta de su desaparición.
Entre los “grandes éxitos” de la Familia Katraska desgraciadamente no figura el sobrevivir al proceso criogénico
José Nogueras, sin embargo, se mantiene un fiel creyente en el proceso criogénico, y asevera incluso que lo ayuda a «preservar la calidad» de su voz (lo que nos hace temer cuánto peor sonaría si el proceso no se la preservase). Este año, además, le sirvió doble propósito dado que pudo permanecer congelado en lo que aparecía un donante para remplazar su hígado (víctima inocente de centenares de cajas de Medalla a través de los años); fuentes anónimas reclaman que dicho donante es nada más y nada menos que el fenecido adicto a Boricuex, Tony Croatto.
Nogueras sostiene que seguirá sometiéndose al proceso de congelamiento cada día 15 de enero, un día después de las octavitas, para así poder «exprimirle hasta la última gota» al periodo navideño boricua. Su nueva producción discográfica, «Aunque Yo Esté Frío, Búscame Una Fría», está en venta en la cadena Pitusa y en las oficinas centrales del Centro Criogénico El Esquimalito.