Miami, Florida – A escasos días de haberle dado un foquetazo religioso a la Iglesia Católica al renunciar a ésta y adscribirse a la Iglesia Episcopal, el padre Alberto Cutié regresó a su antigua parroquia de San Francisco de Sales con su novia, Ruhama Buni Canellis, con el propósito evidente de «hacerle fiero» a los otros párrocos que todavía estaban atados al voto de celibato, en lo que Cutié está llamando el «Lero Lero Tour«.
Las expresiones del Padre Cutié anunciado su decisión evidentemente fueron dificultadas por algo que estaba pasando debajo del podio, pero no sabemos qué
Alberto Cutié, el padre cubano-americano nacido en la Isla (y quien seguramente sería considerado «puertorriqueño» si no hubiera sido tan sato) causó revuelo últimamente al ser hallado retozando en la playa con una mujer quien luego resultó ser su novia. Luego de algunos días en los cuales reflexionó sobre sus convicciones religiosas y cómo su decisión afectaría su guiso en su programa televisivo (el cual lo convirtió en el equivalente eclesiástico de Oprah para los hispanos), el ahora ex sacerdote decidió acogerse a la Iglesia Episcopal, la cual le permite seguir desempeñándose como cura y no le prohíbe sin embargo curarse con su jeva.
El Padre Cutié describiendo los atributos que le atrajeron de su pareja
«¡Ay, qué rico es besar a esta tronco de hembra que me gasto como novia!», comentó pícaramente el Padre Cutié al frente de algunos de sus ex correligionarios en la Arquidiócesis de Miami. «Ustedes no saben el placer que se siente tener a una mujer apasionadamente entre los brazos, y pasar una noche llena de lujuria y frenesí con ella… ¡y tampoco lo sabrán, porque son curas católicos y no episcopales!», añadió Cutié con crueldad. Lo cierto es que el mismo Cutié sí supo de estos placeres carnales aun cuando técnicamente profesaba el sacerdocio célibe; la única diferencia fue que lo tuvieron que coger con las manos en la masa para que él tuviera su «despertar religioso». «Lo mejor que me pudo pasar fue que ese paparazzo malparido nos tomara esas fotos a Ruhama y a mí en una movida bochornosa para obligarme a examinar mis creencias religiosas: ahora que convenientemente descubrí que verdaderamente soy episcopal de cora, me pude quedar con la soga y con la cabra», concluyó un satisfecho Cutié, añadiendo burlonamente: «Suck it, bitchaz!«.
Cutié haciendo su gesto de «Suck it, bitchaz!» a los curas que aún honran sus votos de castidad
«El Padre Alberto le ha faltado a Dios», declaró tajantemente el Arzobispo de Miami, monseñor John C. Favalora. «Él no acaba de entender que sólo manteniéndose célibe es que un cura tiene la pureza de alma necesaria para poder dar la misa, casar a los feligreses, y realizar bautismos», añadió Favalora. Al preguntarle si no es cierto que los diáconos pueden realizar todas esas mismas funciones y estar casados, Favalora respondió: «¡Shhh! ¡Cállate, m’ijo, que si nuestros sacerdotes se enteran del loop-hole de poder ser diácono y poder seguir haciendo básicamente todo lo que pueden hacer ahora, se nos vaciaría la orden sagrada!». El Arzobispo también suplicó: «Y por favor no me revuelquen mucho la mierda, porque si nuestros feligreses también se ponen a pensar mucho, empezarían a cuestionar no sólo por qué los curas tienen que ser célibes, sino por qué las mujeres no pueden servirle a Dios de igual manera que los hombres, y por qué predicamos votos de pobreza cuando El Vaticano ostenta tantas riquezas… ¡Las cosas son más fáciles si la gente no tiene razón para pensar mucho!».
El Vaticano, donde el voto de pobreza es más simbólico que otra cosa
El Padre Virgil Martin, quien aseguró conocer a Cutié «desde mucho antes que esa harpía lo condenara a las brasas del Infierno por ayudarlo a romper su voto de castidad», sostuvo: «Mi compromiso con Dios es inquebrantable, y no importa lo rica que esté la mamizonga de Alberto y lo buenas que estén muchas de nuestras feligreses, quienes vienen a veces después de venir a la playa y entran a la iglesia luciendo pantalones cortos y blusitas escotadas empapadas de sudor… hum, ¿de qué estaba hablando?». Luego de recobrar el hilo, Martin le recordó al ex sacerdote que «sólo el Papa puede librarlo de su compromiso de celibato» (aunque parece ser que Cutié se logró desembarazar de éste él solo sin problema alguno). «Aunque no entienda exactamente qué relación hay entre no poder tener relaciones sexuales con una mujer y poder servir a Dios como sacerdote», admitió el Padre Virgil, «no es mi lugar cuestionar las doctrinas de la Santísima Iglesia Católica… ¡porque si empiezo, no termino!».
El Padre Virgil Martin, cuyo voto de castidad no es el único impedimento para conseguirse una jeva
El Padre Alberto anunció que piensa continuar su gira por todas las iglesias católicas de Miami acompañado de su atractiva pareja, hasta completar su «Lero Lero Tour«. Representantes de la Iglesia Episcopal aseguraron que recibirían con brazos abiertos a cualquier otro cura católico que, al aprender de los beneficios del sacerdocio episcopal, decida unirse a su denominación, «en particular a todo aquél que tenga un popular programa de televisión, haya publicado un libro de auto-ayuda, o sea un macharrán ojiazul que ayude a atraer más feligreses».
Foto que explica por qué muchas de sus feligreses mujeres lo apodan «Father Cutie«