Mayagüez, Puerto Rico – Inspirado por el plan de ayudas de 700 mil millones que le otorgará el gobierno federal a las compañías financieras a punto de la quiebra, Jorge Vélez Arocho, Rector del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM), anunció que su plantel académico «auxiliará a todo aquel estudiante que esté a punto de colgarse dándole una ‘A’ en todos sus cursos».

Vélez Arocho explicó que su conciencia no le permite «juzgar a los estudiantes del RUM, que son unos chamaquitos, más estrictamente que lo que el gobierno federal y la sociedad juzga a los gerentes de las compañías financieras que rigen el futuro económico de los Estados Unidos». El Rector añadió que entiende que «el ambiente académico del Colegio es sumamente retante, y que es fácil caer en las trampas de los exámenes difíciles. Estos muchachos que están a punto de colgarse en sus cursos simplemente tomaron malas decisiones de irse a beber a la Calle Bosque todas las noches en vez de estudiar: ¡pero, bendito, así se cuelga cualquiera!». Habiendo llegado a la conclusión que «no era justo que fracasaran los estudiantes que no le metieran empeño a sus estudios», Vélez Arocho dictó que simplemente de ahora en adelante todos los estudiantes del RUM sacarán «A» en todas sus clases: «Y más que eso: dejaremos de ser tan selectivos en nuestro proceso de admisión: ¡que entre cualquier hijo de vecino, si total, va a sacar cuatro puntos garantizado!».


El Rector Jorge Vélez Arocho, rodeado por estudiantes que van a sacar «A» no importa qué tan poco estudien

Como era de esperarse, los estudiantes del RUM aceptaron con beneplácito las noticias de forma casi unánime, a excepción de algunos estofones comelibros que protestaron diciendo que «es injusto que diérasele a todo holgazán aquello que nosotros, los estudiantes dedicados, hubiéramos logrado con tesón y sacrificio». «¡Esos nerdos cuatro-ojos que se vayan a sus hospedajes a leer cómics y a no saber lo que es besar a una muchacha!», tronó Félix «Felo» Acevedo, estudiante de Ingeniería Eléctrica del RUM. «Esto de que me regalen las notas me parece tremendo: ¡yo iba a tener que hacer aguaje de estudiar este güikén para el examen de Circuitos II a ver si al fin entendía qué carajo era un op-amp, pero si voy a sacar ‘A’ de todos modos, que se joda: sigo la bebelata hasta el domingo!».


Felo Acevedo, no importándole un bledo la clase de Química 101 dado que le van a dar «A» de todos modos

Ellen Pagán, una de las orientadoras del programa de Ingeniería de Computadoras del RUM, avaló la decisión administrativa del recinto, asegurando que «lo mejor que hicimos fue esto de regalar ‘A’es a tutiplén: figúrate que si no, estarían las malas notas choretas, y ni hablar de todas las clases que los estudiantes se darían de baja. Con esta nueva táctica, todos los estudiantes cogerán cada curso exactamente una vez, lo que hará más fácil acomodar más secciones y admitir más estudiantes. Además», intimó Pagán con deleite, «¡esa clase graduanda será completita de cuatro puntos, y entonces que seremos la envidia de todas las universidades de la Isla, y sobre todo de todos los otros recintos del sistema de la Universidad de Puerto Rico… ¡Sufre, Colegio Universitario de Humacao! ¡Si el CUH lo tiene, el CUH lo da!», cantó burlona la orientadora.


Un profesor del RUM, hablándole a un salón lleno de estudiantes apáticos

Al preguntarle si regalarle buenas notas a los estudiantes no resultará en clases graduandas que carezcan del menor conocimiento de las ciencias y la ingeniería, Pagán se mostró poco preocupada al responder: «¿Pero qué diferencia hace eso? ¡Mira a ver si los gerentes de esas compañías financieras que se fueron a pique no eran del tope de sus clases, y cuando metieron las patas hasta el ñu, vino el gobierno federal a pagarles lo que habían perdido! ¡De seguro le pasará lo mismo a todos nuestros estudiantes que se gradúen de Administración de Empresas! Y es de esperarse que igual sucederá con otros campos: por ejemplo, los Ingenieros Civiles seguramente serán premiados cuando se caiga algún puente que ellos hayan diseñado; los de Computadoras, cuando algún programa que hayan escrito le cause pérdidas millonarias a alguna compañía; y los Industriales… bueno, la verdad es que no sé qué carajo hacen los Ingenieros Industriales, pero de seguro si meten la pata tomando notas o pasando algún trabajo a maquinilla, el gobierno los socorrerá igual. Si ésa es la dirección que está tomando nuestra sociedad… ¿para qué fajarse?», propuso Pagán, con una lógica impecable.

Por El Rata