Pekín, China – Apiadándose de la pobre ejecutoria de la delegación de Puerto Rico en las Olimpiadas del 2008 en Pekín, el Comité Olímpico ha decidido inventarse una medalla de aluminio con la cual galardonar el esfuerzo de los atletas boricuas. El Comité también decidió organizar una «ceremonia de premiación alterna» en un local privado en la cual otorgarle la nueva medalla a los atletas puertorriqueños, seguida de entretenimiento en vivo y mantecado para todo el mundo.


Una atleta boricua con una camisa horrible, modelando su medalla de aluminio

«Chinito tenel pena de bolicua que no pegal una ni con chicle», explicó Xiao Han Pin, el Presidente del Comité Olímpico con su adorable y potencialmente ofensivo acento asiático. «Chinito no quelel que tanto atleta pueltoliqueño venil hasta China pala peldel absolutamente todo lo evento; pol eso Chinito invental medalla de aluminio, que sel balata de ploducil, pelo palecel de metal veldadelo». La decisión de utilizar el aluminio se dio tras un gran debate entre los miembros del Comité Olímpico, quienes descartaron otros materiales (como, por ejemplo, cartón corrugado pintado de plateado, o simplemente un certificado de participación con el mensaje «At least you tried your best!«) por encontrarlos «ofensivos» para los atletas. «¡Pol lo meno aluminio sel metal!», apuntó Pin.


Xiao Han Pin, pidiendo en vano: «¡Chinito no hablal así! ¡Dejal de tlipialse a Chinito!»

«A falta de pan, galleta», declaró McJoe Arroyo, el púgil boricua que perdió su pelea olímpica contra el ruso Sergey Yodopyanov. McJoe (quien antes de recibir el patronicio de la cadena de hamburguesas McDonald’s se llamaba simplemente «Joe») añadió: «Yo no vine hasta la Cochinchina a jartarme de pescozá’s sin salir de aquí con alguna medalla, y esto no es para ponerse muy firuláis: si no me la quieren dar de oro, de plata o de bronce, qué carajo, dénmela de aluminio, que me la llevo igual». Entre risas, McJoe declaró que «a estas alturas yo me conformaría hasta con una Medalla media tibia… ¡y eso que el doctor me recomendó que dejara de beber meao de caballo carbonatado!».


McJoe Arroyo, a la izquierda, cogiendo una McPela a manos de un ruso, a la derecha

Igualmente se mostró agradecido por la gesta del Comité Olímpico Lucas Rafael Bennazar, quien compitiera y perdiera en la competencia de tiro, quedando decimoséptimo (aunque al menos no llegó decimonoveno): «¡Después de la potuca de chavos que me dio la Junta de Atletas a Tiempo Completo para que viniera a competir, coño, con algo tenía que regresar!». Sin embargo, dado que a él se le dio $245,000 durante los pasados cuatro años para ayudarlo a competir, se estima que tendrían que otorgarle más de 500,000 medallas de aluminio para que vendiéndolas pudiera repagar su deuda. «Claro está», indicó mientras acariciaba su escopeta amenazantemente, «nadie le viene con jodiendas al tipo que anda pa’rriba y pa’bajo con una escopeta cargada…».

En la «ceremonia de premiación alterna» que organizó el Comité Olímpico (celebrada en un local privado lejos de cualquier cámara de televisión) compareció la delegación boricua entera, la cual miraba maravillada a su alrededor al ver por primera vez con sus propios ojos una ceremonia de premiación. Los boricuas aceptaron humildemente los galardones, los cuales fueron descritos como «brillositos, al menos» y «bien livianitos» (a lo que McJoe añadió: «y eso es bueno, porque después de esa paliza que cogí a manos del ruso ese, ya no puedo ni con mi alma»). Algunos de los premiados notaron que todavía se podían distinguir en las medallas las letras que decían «Reynolds Wrap», las cuales delataban que el origen de las medallas consistía de papel de aluminio amoldado en forma cilíndrica; esto fue visto con beneplácito por los agradecidos atletas, quienes aseguraron que «uno nunca sabe cuándo va a estar uno en un BBQ que haga falta papel de aluminio».


Ésta es la artesana que convierte Reynolds Wrap vulgar y corriente en medallas olímpicas

Para culminar la pseudo-premiación con broche de oro (o, más apropiadamente, de aluminio), Loubriel, el cantante y fanático aficionado de peluquines, deleitó a la concurrencia con una emotiva interpretación de su mega-éxito «Yo Puedo», cantó «Represento» a dúo con Juan Manuel Lebrón, e incluso estrenó una nueva composición suya escrita especialmente para esta ceremonia, titulada «Lo Importante No Es Ganar, Sino Competir, Aunque Pierdas Zarrapastrosamente». Al clausurar la ceremonia, el Comité Olímpico también llevó a la delegación boricua a comer mantecado y les regaló libros de colorear y crayolas. «Chinito quelel que todo el mundo leglese contento», explicó Pin. «¡Aquí no habel peldedole, sino ganadole de aluminio!».


La delegación boricua (los 22 atletas y 60 piojos pega’os) luciendo sus medallas de aluminio con orgullo

Por El Rata