El doctor Johan Davidov del Instituto Checo de Investigaciones Baladís fue quien organizara este plan piloto para detener la epidemia del SIDA en África: «Han sido muchos los intentos fallidos en frenar el aumento en los casos de SIDA en el continente africano: proveerles educación sexual (lo que logró que simplemente hicieran el amor más científicamente), enviarles condones multicoloridos con distintos sabores (lo que causó que se los comieran creyendo que eran esquimalitos) e incluso enviarles la película ‘Philadelphia’ (lo que tampoco funcionó porque no tenían DVD player). El punto es que se me ocurrió que si diluíamos su población con la gente más fea del mundo, nadie querrá meterles mano, y esa disminución de actividad sexual logrará controlar la epidemia. ¿Qué mejor manera de hacer que la gente sea abstinente que rodéandola de feostios cagalitrosos?».
El Dr. Davidov se ha dedicado durante los pasados meses a contactar los gobiernos de diferentes países alrededor del mundo implorándoles que aportaran a su proyecto la gente que fuera «más fea que la palabra ‘sobaco'», y para su sorpresa, la respuesta fue abrumadora. Por ejemplo, el gobierno peruano se comprometió inmediatamente en donar a todo aquél que haya alguna vez aparecido en el programa «Laura de América». Perú no fue el único país hispano que se unió al proyecto: de hecho, casi todos los países empezaron a generar listas de posibles candidatos basándose primordialmente en los nombres de sus ciudadanos, incluyendo en la lista a toda persona llamada «Gumersindo», «Matilda» o «Esculapio», entre otros, razonando que «nunca en la historia de la humanidad alguien ha pensado: ‘¡Pero qué rica está Matilda!'».
Otras personas se enteraron del proyecto y generosamente decidieron ofrecerse como sujetos en el experimento, entre éstas el mocosáurico actor estadounidense Willem Dafoe y el ex gobernador puertorriqueño Aníbal Acevedo Vilá, quien en el curriculum vitae que envió al proyecto para auto-describirse se declaró «feo y con velocidad». En efecto, el ex Gobernador ha sido la persona que más africanos ha podido disuadir de tener relaciones sexuales, al punto que el Dr. Davidov adelantó que Acevedo Vilá no podrá permanecer en el proyecto piloto por mucho tiempo «porque el punto es prevenir que haya un exceso de relaciones sexuales de alto riesgo, ¡no hacer que la tasa de natalidad en Kenia descienda a una cifra negativa!».
A todas luches el proyecto ha sido un éxito rotundo hasta la fecha: los investigadores han observado que muchas interacciones sociales que otrora hubieran culminado en sexo desprotegido ahora terminan en un simple caso de náuseas. Por ejemplo, una mujer keniana que fuera entrevistada por un investigador luego de interaccionar con el ex pelotero dominicano Sammy Sosa declaró: «Si él hubiera sido otro, yo no hubiera tenido problema con llevármelo pa’ la casa y hacer el quimbombó apretado con él toda la noche, pero es que el tipo estaba tan y tan feo que con tal de zafármelo de encima le di la excusa barata de que mañana tenía que levantarme temprano a sacudirme moscas de la cara». En efecto, una de las conclusiones del estudio es que «si pudiéramos clonar a Sammy Sosa y a Aníbal Acevedo Vilá, podríamos frenar la epidemia del SIDA en menos de cinco años».
Alentado por los resultados del estudio, el Dr. Davidov piensa exhortar a otros países a que donen sus más feos a otros países del continente africano: «No descansaré hasta que el habitante promedio en estos países arrasados por la epidemia del SIDA sea tan feo que los ciudadanos opten por satisfacer sus necesidades sexuales de la manera más segura posible: ¡haciéndose una Crespo!».