El grupo de Facebook Boicot a La Comay ha conseguido hasta la fecha que varios de los auspiciadores del programa o la nieguen como Pedro o le retiren sus pautas comerciales. Todo el daño que esto le ha provocado a la controvertible muñeca ha sido catalogado por muchos como «una catimba», «una pela» o «un amansaguapo» — convirtiéndola en otra víctima del crimen en la Isla. «Nunca pensé que esto me fuera a pasar a mí», se quejó entre amargos sollozos el títere bochinchero. «¡Cuídense mucho, mi gente, que esto le puede pasar a cualquiera!», instó llorosa, intentando vender sellitos con el mensaje solidario «#YoSoyLaComay» que absolutamente nadie le estaba comprando.
«La Comay claramente se buscó esa golpiza», opinó el joven Josué Martínez. «Digo, a uno no le gusta decir estas cosas –y nadie se merece que le llenen la cara de de’os y que le bajen el moco públicamente de manera tan zarrapastrosa– pero yo pregunto: ¿no se ganó La Comay estos problemas por andar en malos pasos, hablando de lo que pica el pollo y regando mensajes de odio y discrimen? Ella se la pasaba metiendo esas uñas largas mal pintá’s en sitios inapropiados y jangueando con personas de mala calaña (como todos los candidatos a la gobernación). ¿A quién le sorprende que en algún momento el Pueblo se haya jarta’o y le haya dado hasta por ‘entro ‘el pelo, yéndosele detrás a lo único que a $u gerencia le hace ca$o?».
En noticias no relacionadas, el equipo editorial de El Ñame le recuerda a la zafra de auspiciadores con necesidad de una nueva casa que si todavía están buscando anunciarse en algún medio chabacano que solamente publique falsedades, no duden en comunicarse con nosotros.