Washington, D.C. – Luego de declaraciones hechas por Sarah Palin, gobernadora de Alaska y candidata para vice-presidente por parte del Partido Republicano, de que la única diferencia entre ella y un perro pitbull es «el lápiz labial», una agrupación de pitbulls travestis se ha levantado para protestar, en sus palabras, «esa infame e injuriosa comparación entre un fiero y sanguinario animal y nosotros».


Sarah Palin, la pitbull con lápiz labial, a punto de darle una pescozá’ a alguien

«¿Cómo se atreve esa doña a decir que lo único que la diferencia a ella de un pitbull es el lápiz de labios?», preguntó babeando de la rabia Rex, un pitbull del área capitalina que disfruta de usar maquillaje para sentirse «regio y sensual». Rex es uno de los miembros del «Club Capitalino de Pitbulls Travestis Fabus», una agrupación canina cuyos miembros, sintiéndose directamente insultados por las declaraciones de Sarah Palin, se organizaron para celebrar una ruidosa protesta al frente del hotel donde pernoctaba la candidata. «Por ejemplo, yo no salgo de mi casa de perro sin un poco de Revlon color Summer Taupe sobre mis fauces: ¿ella quiere decir entonces que entre nosotros no hay ninguna diferencia? Yo no creo en la cacería de animales por placer, ni creo que deba enseñarse el Creacionismo en la escuela, ni me opongo tenazmente a que añadan a los osos polares en la lista de animales en peligro de extinción… a ver, ¿quién es el animal aquí?».


Rex luciendo fabu con su lápiz labial favorito

Killer, otro fiero pitbull que disfruta embellecerse con «mascara, lápiz labial, y otros accoutrements» para sentirse «verdaderamente libre», añadió: «A pesar de que, lo admito, pertenezco a una raza de perro que a veces le tira a morder a su propio amo y que no tiene mucha compunción de darle un buen mordisco a algún nene que se le ponga medio jodoncito, resiento que la Palin se compare con nosotros. Yo seré medio bravo y cerrero, pero al menos yo jamás entraría en la hipocresía de no estar de acuerdo con el aborto, pero luego asegurarle a la prensa que mi hija adolescente embarazada ‘decidió’ tener a su bebé. ¡Coño, si para mí el aborto fuera lo mismo que el asesinato, jamás me pasaría por la mente decir que mi hija ‘decidió’ no asesinar a su bebé, porque para mí no sería una ‘decisión’ y punto! No es como si yo ‘decidiera’ no comerme a mi cachorro cada vez que tengo hambre: ¿a quién se le ocurriría?», preguntó, espeluznantemente mirando de reojo a su crío y relamiéndose la boca del hambre.


Killer, listo para guiar a la manifestación

Igualmente se expresó Scout, una pitbull hembra que se unió a la manifestación para apoyar a los canes travestis que protestaban contra las declaraciones de Palin: «Miren, no es para hacerme alardes, pero yo no tengo dedos con los cuales escribir, tengo una tendencia de despedazar cualquier libro que me pongan de frente en vez de leerlo, y hablando claro, no puedo ni siquiera hablar, y hasta yo me gradué de Georgetown en sólo cinco años», ladró la perra, haciendo referencia a que Sarah Palin pasó por varias instituciones educativas y le tomó seis años obtener su bachillerato. «En todo caso ella debería compararse con una pitbull con lápiz labial y una lobotomía, porque si no, es una comparación sumamente ofensiva y poco acertada».

Por su parte, la candidata vice-presidencial salió a las afueras del hotel para hablar con la prensa y restarle importancia a la demostración canina, diciendo que ésta era resultado de «la envidia que esos perros pecadores y afeminados me tienen, sabiendo que aunque se pongan lápiz labial, seguirán siendo perros feos. ¡Sí, de ti mismo estoy hablando, Killer!», le gritó Palin al perro protestante. «¡Desde acá te puedo ver que esas pestañas son postizas!». Luego, cansada ya de los ladridos y aullidos de los protestantes, Palin le aseguró a la concurrencia que si no despejaban el lugar en los próximos cinco minutos, ella iría a buscar su rifle «para enseñarles quién es verdaderamente la pitbull aquí».


Sarah Palin, advirtiéndole amenazantemente a los pitbulls protestantes que «una piel de perro en el love seat no me vendría nada mal…»

Por El Rata