Pretoria, Sudáfrica – El velocista sudafricano Oscar Pistorius, ganador de varias medallas en los pasados Juegos Paralímpicos de Londres y primer corredor con piernas prostéticas en la historia de las Olimpiadas, se anotó ayer otro sorpresivo triunfo al alzarse con el Premio Planeta de Novela 2013. El atleta resultó vencedor con su entrada oficial a esta prestigiosa competencia: una novela detectivesca en la que un atleta alcohólico, drogado, de temperamento notoriamente desmedido y aficionado a las armas de fuego discute, le da un batazo y le pega cuatro tiros a su novia pensando que se trataba de un ladrón.

El corredor Oscar Pistorius en una carrera

El corredor Oscar Pistorius nunca ha permitido que el no tener piernas lo detenga de competir en las Olimpiadas o asesinar a quien lo saque de sus casillas

«Estamos ante una verdadera obra maestra de la ficción», explicó José Manuel Lara, presidente del Grupo Planeta, sobre la intrincada trama de esta novela, en la que el protagonista es víctima de un siniestro complot de terceros que logran emborracharlo, drogarlo y convencerlo de que su hermosa y delicada novia modelo de revistas era en realidad un amenazante y despiadado ladrón que penetró su residencia para robarle sus piernas prostéticas. «Este año contábamos con participaciones de gran técnica y estilo, pero la verdad es que el talento de Pistorius es innegable: ¡esta premisa es el sueño más mojado de Alfred Hitchcock!», añadió Lara sobre la obra vencedora, cuya trama ha sido catalogada por críticos literarios como «más retorcida y difícil de seguir que la planilla larga de Hacienda».

Según Lara, la novela no está libre de críticas, particularmente por su relativamente trillado y clichoso comienzo. «Un perseverante hombre al que Dios odia lo suficiente como para enviarlo al mundo sin tibias en ambas piernas… su lucha por competir en carreras de atletismo aún con su impedimento… una valerosa alma que se levanta ante todo tipo de contratiempo hasta triunfar… bla bla bla», describió el ejecutivo haciendo burlones gestos melodramáticos para describir su aburrimiento con la primera parte de la obra. «Ah, pero luego toda de esta monserga sentimental, de repente, justo cuando esperas el predecible final color de rosa en el que nuestro héroe se queda con la hermosa doncella y viven para siempre felices, ¡ZAS! ¿¿Un batazo, cuatro tiros, puertas rotas y un misterioso ladrón que escapa por la ventana?? ¡Asombroso! ¡Edgar Allan Poe es Corín Tellado al lado de este tío!», añadió el también presidente del comité evaluador del premio, casi sin poder contener su entusiasmo.

Miembros del panel evaluador de candidatos para el Premio coincidieron con Lara sobre la obra vencedora, manifestando su asombro ante la depurada técnica de Pistorius al describir las partes culminantes de la novela: «El relato es fascinante: ¡la forma en que describe su encuentro con el potencial asesino es simplemente deslumbrante!», sostuvo Ernesto Delibes, quien formó parte del grupo de jueces de la tradicional competencia. «Tipo, pero no tienes que creerme a mí: chequéate cómo lo describió», sostuvo Delibes mientras sacaba una copia de la obra y leía el momento en que el protagonista, «Rasco Suirotsip», se daba cuenta del error que acababa de cometer al dispararle a su novia: «‘Coño, Reeva’, exclamó satisfecho Rasco mientras trataba de disolver el humo que dominaba su entorno tras vaciar su pistola en la misteriosa y desconocida figura sentada inerte sobre el inodoro, aún con revista en mano. ‘¡No me vas a creer lo buena que estaba una ladrona a la que acabo de pegarle cuatro tiros en el baño! … ¿Reeva? … ¿Reeva? … Oh, crap.‘ ¡Simplemente magistral», exclamó emocionado Delibes.

Pistorius resultó triunfador tras vencer en cerrada votación al reconocido maestro de la ficción detectivesca y laureado escritor puertorriqueño Pablo Casellas. Fuentes revelaron que a pesar de que ambas obras eran de suficiente calibre, al final 9 milímetros es mucho más práctico que el raro y poco usado 5.7 x 28. Al cierre de esta edición no había sido posible obtener una reacción de Pistorius tras obtener el premio, esto porque anda demasiado ocupado buscando sobre qué piernas sostener su increíble defensa como para conceder entrevistas.

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