«No hay nada que un director de campaña pueda hacer por mí para asegurar que yo salga electa como la primera presidenta de los Estados Unidos que sea más efectivo que las acciones del mismo Donald Trump», explicó Clinton. «Él empezó su campaña llamando a los mexicanos violadores>, luego prometió que prohibirá la entrada de musulmanes al país, después se burló del senador y héroe de guerra John McCain por haberse dejado capturar, recientemente le tiró a los padres de un soldado que murió en el campo de guerra… ¡Dios mío, es que si sigo, no acabo! De verdad que alguien debería abrir una página en Wikipedia para recopilar todas esas barrabasadas que él ha dicho con su boquita de comer: ¡yo hasta ofrecería mi servidor privado para hacerle hosting a esa página y to’a la pendejá!».
La exsenadora por el estado de Nueva York anunció también que por el momento piensa suspender su campaña: «Prefiero dejar que Donald Trump termine de explicarle al electorado americano cuán despreciable es y cuán importante es que todo el mundo vote por mí, por más que me deteste. Aunque yo termine ganando por ser ‘el menor de los dos males’, olvídate, que igual me hace presidenta. I’ll take it!«. Clinton también intimó que aprovechará la ocasión para tomarse unas bien merecidas vacaciones «meciéndome en una hamaca en alguna islita caribeña donde no sepan quién soy yo y donde Bill no tenga una jevita escondí’a. Simplemente trolearé a Donald en Tuíter para incitarlo a que diga alguna otra barbaridad y ya: ¡pa’ lograr eso no hay ni que pasar trabajo!».