«En el interés de seguir haciendo el ridículo, pero no tan cabrón, el presidente ha decidido que en vez de inventarse historias cursis solamente dirá el apellido de nuestro inmortal comandante hasta el final de las elecciones», reza un comunicado de prensa de la Presidencia. «Pero ya que estamos en el tema, Nicolás quiere que sepan que el otro día, mientras yogueaba por el monte, un chigüire se le paró al frente, lo miró y le sonrió. ¡Sin duda que era el comandante bendiciéndolo!», reseña el memo.
«Finalmente, le pedimos a las personas con dos dedos de frente que sean comprensivas y se resistan a burlarse de nuestro futuro presidente por estos OB-vios intentos de apelar al culto a Chávez. O sea: ¿qué otra cualificación tiene este individuo que no haya sido lamberle el ojo al comandante en vida y en muerte? En verdad no le queda otra», finaliza el comunicado.