Moscú, Rusia – Esta semana, Edward Snowden, delatador de secretos exiliado en Rusia, aseguró que no tiene ningún tipo de lazos con el gobierno ruso, excepto por el lazo bien apretadito con el que lo tienen amarrado por las bolas.

El chota del NSA Edward Snowden

Edward Snowden, aguantando como un macho la cogía de bolas que le tiene el gobierno ruso.

«Es muy importante para mí no tener ningún tipo de conexión con el gobierno del país al que salí corriendo como alma que lleva el diablo cuando me di cuenta de que no volvería a ver la luz del día en una cárcel federal«, relató Snowden. «Es por eso que el gobierno ruso me ha dado la latitud de vivir bajo su protección, sin ningún tipo de lazo, excepto por este lazo que está bien apretado a mis testículos y pueden ver saliendo de mi pantalón y siguiéndolo por la puerta ahí», explicó, agarrando la muy extensa cinta, la cual, efectivamente, salía por la puerta del apartamento en que estábamos y podíamos ver que se extendía fuera de la salida del edificio y lo seguía por la carretera hasta que ya no se veía.

Le preguntamos a dónde lleva, a lo que contestó: «En verdad, no sé. Solo sé que no importa a dónde vaya, no parece acabarse. Ciertamente me han dado muuuchaaaa latitud». Al preguntarle si estaba muy apretado, este respondió: «Pues sí, bien apretado; a veces pienso que lo que quieren es torturar… ¡OUCH! ¡Que diga! ¡Perfecto! ¡Mucha latitud! ¡Que viva la madre Rusia!», gritó al verse claramente que la soga se tensó como si alguien la hubiera jalado en donde fuera que acaba.

Snowden asegura que es un misterio para él a dónde lleva el final de la soga, pero para nosotros, es bastante obvio.