«Es bien conveniente tener una sola dirección de email a donde me llegue todo, desde los mensajes de Vladimir Putin hasta los cupones de Costco. Pero más conveniente aún es que cuando me pidan mis emails para dárselos al público o a algún investigador imprudente, pueda borrar lo que no me gusta y entregar solo lo que me convenga», explicó con candidez Hillary Clinton. «De cualquier forma, aquí tienen 30 mil mensajes para que se curen. Esos son todos mis emails oficiales como secretaria de estado… as far as you know…«, declaró con una guiñada juguetona.
Al preguntarle que si en retrospectiva, pensaba que usar su cuenta personal fue una equivocación, esta contestó: «No, de ninguna forma. Nadie se va a acordar de esto pa’ cuando lleguen las elecciones. Todo el mundo va a estar ocupado haciendo chistes de ‘Bill Clinton: primer mamito de la nación'».