San Juan, Puerto Rico – Con una velocidad sin precedente en la historia de los servicios públicos de Puerto Rico, el gobernador Ricky Rosselló llegó personalmente con toda una trulla de empleados de diferentes agencias a ayudar a los damnificados del Desastre de la Milla de Oro. Acompañado por su equipo de social media que no paraba de tuitear la necedad de #UnSoloEquipo en todas las cuentas del gobierno, Ricky afirmó solemnemente que el gobierno de Puerto Rico no abandonaría a las millonarias víctimas del desastre.

Caricatura de Ricky Rosselló hecha por LUY

¡Ay, qué show tan pendejo hiciste ayer, enñangota’o! [Imagen cortesía de LUY]

«El desastre que ocurrió aquí ayer, que no mencionaré por nombre porque lo único que quiero hacerles creer es que fue un desastre, ha afectado a una de las clases más necesitadas de la isla: millonarios exitosos que han sido vilificados y estigmatizados por perdedores pelú’s que nunca han tenido ni tendrán éxito en la vida», explicó el gobernador, mientras le brillaba los zapatos con la lengua al CEO del Banco Popular, Richard Carrión.

«Su Merced, Don Richard, es un vivo ejemplo de lo doloroso que ha sido este desastre para todos los residentes de aquí. ¿Ustedes saben el cariño que él le tenía a esos vidrios que se rompieron?», cuestionó. «Con este revolú aquí: ¿Cómo podemos pretender que Sus Mercedes puedan seguir mandando en el país desde las tinieblas? Es por eso que estaremos remplazando los vidrios de sus edificios con cristales a prueba de tiros y ahumados: ¡pa’ que puedan seguir mandando sin miedo de ser interrumpidos ni que los vean!», exclamó.

El gobernador se retiró, besando los anillos de cada banquero.