Washington, D.C. – El Comisionado Residente por Puerto Rico, Pedro Pierluisi, dio un enérgico discurso a favor de la estadidad a las sillas vacías del Congreso el pasado jueves. Las sillas le prestaron mil veces más atención al comisionado que los miembros del Congreso le han dado en los últimos seis años.

Cuéntanos el caso que te hicieron los blanquitos republicanos que controlan ahora el Congreso. Viene. Cuéntanos. [Imagen suministrada]

«¡Y si dividimos el número de gente que votó por la estadidad entre un número que se aproxime a cero, pues verán que un número infinito de personas exige la estadidad para Puerto Rico!», gritó el comisionado residente a la butaca vacía detrás de él, para reforzar su adorable teoría de que la estadidad es la fuerza predominante en Puerto Rico. «Díganme, compañeros y compañeras sillas que no componen na’: ¿cuánto tiempo más debemos esperar para que se nos conceda otro plebiscito avalado por el Congreso que no compondrá nada? Les exijo que escuchen el reclamo a este número de puertorriqueños que apoya la estadidad dividido entre un número que aproxima a cero. ¿Y podría alguien decirme si hay por ahí algún miembro de la prensa boricua que esté cubriendo cómo estoy fronteando? Ah: ¿El Nuevo Día está por ahí? ¡Gracias!», expresó mientras observaban silenciosos los fríos asientos vacíos que gozan de la misma influencia y poder del voto en el Congreso que él.

El discurso acabó tan pronto el Portavoz de la Cámara, John Boehner, entró por la puerta y ordenó que se le quitara el micrófono «al marroncito inmigrante ese con chaqueta».