Washington, D.C. – Horas después de hacer uno de los ridículos más cabrones en la historia de la política, al no poder llegar ni a un acuerdo sobre el tope de la deuda nacional a solo horas de la fecha crítica del 17 de octubre, el Partido Republicano le dejó saber al presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, que se conforman con pasar cualquier cosa que él diga que odie, no importa lo que diga la letra de la ley.

Y si el presidente me quiere meter una gaznatá’ en la cara, eso bregaría al cien también…

«Estoy buscando cualquier cosa que me permita decir que gané. ¡Cualquier cosa!», intimó un histérico presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner. «Así que aquí tiene, señor presidente: una ley que expande Obamacare, sube el tope de la deuda al infinito y extiende el presupuesto indefinidamente. Lo único que tiene que decir es que absolutamente lo odia. Diga que lo odia absolutamente y llegará a su escritorio en los próximos diez minutos», prometió entre sollozos.

Se reportó que el presidente Obama está estudiando cuidadosamente la oferta y está trancado con el lenguaje de que «odia absolutamente» la ley, porque no quiere quedar como que cedió completamente a las demandas del Partido Republicano.