Ciberespacio Etéreo, Presumiblemente Puerto Rico – En declaraciones emitidas por medios electrónicos para evitar que el rigor jurídico y el sentido común se le rían en la cara cuando lo vean, el exgobernador Aníbal Acevedo Vilá recomendó ayer que la revisión de la Constitución de Puerto Rico se haga convocando a una Asamblea Inconstitucional de Status. Acevedo Vilá recomendó nombrar la asamblea así en lugar de Asamblea Constitucional de Status «para evitar la demagogia de los que quieren aplicarle a este ejercicio las normas jurídicas de las convenciones constitucionales», lo que deja el camino libre para la demagogia de los que quieren aplicarle a este ejercicio las normas jurídicas de un «mitin» de barrio.

El exgobernador Acevedo Vilá descansa en la sala de su casa momentos después de enviar su comunicado de prensa: «¡Pitiii, avanza, que ya publiqué mi troleo sobre la Asamblea de Status!»

«Yo sé que ya salieron por ahí unas cuantas aves de mal agüero a atacar el que 75 buenos populares definan en asamblea de pueblo cómo debe ser la estadidad y por qué no debe ganar la independencia«, comenzó escribiendo Acevedo Vilá en un sosegado font Times New Roman tamaño 12. «Pues a todas esas turbas de incapaces que andan por ahí criticando que la asamblea que propondrá [el gobernador] García Padilla es inconstitucional, sepan que sus ataques son demagógicos y totalmente infundados: lo que celebraremos es una ‘Asamblea de Status’, no una ‘Asamblea Constitucional de Status’. Todo el mundo sabe que para superar un problema constitucional solo hay que borrar la palabra ‘constitucional’, así que a llorar pa’ maternidad. Boo-hoo«, escribió Acevedo Vilá haciendo air quotes en italics mientras escribía la palabra «constitucional» en su teclado.

El exgobernador aseguró además que los excesivamente restrictivos requisitos de revisión constitucional existentes no son sino un burdo intento de la propia Constitución por perpetuarse como Ley Suprema del país. «Mira, mira lo que hizo la gansa Constitución esa», exclamó el exgobernador mientras le temblaba el teclado por la emoción. «‘La Asamblea Legislativa podrá consultar a los electores capacitados si desean que se convoque a una convención constituyente para hacer una revisión de esta Constitución‘. ¿Pero qué desfachatez es esta?», preguntó en bold un alarmado Acevedo Vilá tras recitar la vetusta y totalmente obsoleta Sección 2 del Artículo VII de la Constitución. «Eso lo más seguro lo escribió la misma Constitución cuando nadie estaba mirando. ¿Pero y qué se cree, que es Ley Suprema y que manda aquí? ¡Por las cenizas de Muñoz Marín [juro] que pa’ fuera es que va!», afirmó en un desafiante font Arial Bold que denotaba la seriedad con la que planteaba sus denuncias.

Acevedo Vilá añadió que el propio proceso de revisión establecido en la Constitución demuestra que solo una mente retorcida (o peor aún, un penepé) lo pudo haber diseñado. «A ver: (1) dos terceras partes del Senado y dos terceras partes de la Cámara deben aprobar un referéndum para preguntar al pueblo si desea convocar una convención constituyente; si eso se da, (2) se celebra ese referéndum el día de las elecciones; después, si el pueblo vota a favor de la constituyente, (3) hay que convocarla; entonces, (4) si la constituyente revisa la Constitución, (5) hay que someter a votación del pueblo la revisión, para que, si dicen que no… (6) ¿quedarnos como estábamos?», preguntó alarmado Acevedo Vilá mientras el peso de la inevitabilidad caía sobre su mouse. «¡Pero esto va a durar 100 años! ¿Será que hay que ser inmortal para poder cambiar la Constitución de un país? Nah, pa’l cará’: Asamblea Inconstitucional de Status es la que hay», concluyó con semblante presumiblemente serio el exgobernador.

Al cierre de esta edición se esperaba que Acevedo Vilá enviara un segundo comunicado en el cual explicase si los 75 delegados de la Asamblea Inconstitucional de Status serían elegidos de un barrio de Caguas o si saldrían directamente de las listas electorales del PPD. Se espera que recomiende además que la nueva Constitución se escriba en papel Charmin Sensitive, para que no raspe cuando se lea. Expertos constitucionalistas defendieron la propuesta del exgobernador a base del inexpugnable Principio Fundamental del Derecho Constitucional: «Si la idea es tener una Constitución nueva, ¿pa’ qué demonios vamos a hacerle caso a lo que diga la que tenemos ahora?».