San Juan, Puerto Rico – La representante novoprogresista Milagros «Tata» Charbonier demostró –quizás accidentalmente– cuán chapucera es cuando respondió que luego del cierre de la sesión ha estado leyendo las leyes que no pudo leer en la sesión y que les votó en contra; esto porque, según ella, «para ser un mal legislador no hay que pasar trabajo».

Milagros "Tata" Charbonier alzando las manos

Milagros «Tata» Charbonier no tiene ni que leer una ley para saber que no sirve ni pa’ pool ni pa’ banca

La quizá no sorpresiva admisión de Milagros Charbonier implica que esta no ha cumplido debidamente su labor como representante de leer los proyectos de ley, sopesar sus pros y sus contras, y luego votar por ellos esmeradamente, optando por el contrario por votar a tontas y a locas (o al menos ciertamente «a tontas»). Fuentes cercanas a Charbonier aseguran que su apática actitud ante su deber legislativo no es tan mala como podría parecer a primera instancia, dado que «un voto concienzudo y mesurado de Tata es virtualmente indistinguible de un voto a ciegas y a wipipío».

El Capitolio de Puerto Rico

El Capitolio, donde a los manganzones que se la pasaban cortando clase en la high hay que llamarlos «Honorable»

«No veo cuál es el show«, se defendió Charbonier al enterarse del enfado de los ciudadanos que no la enviaron al Capitolio a echarse fresco y comer jobos. «Para votarle en contra a un proyecto de ley no me hace falta leerlo: me basta con que sea de la autoría de algún trapo de popular; que de alguna manera pueda beneficiar a miembros de la comunidad LGBTT; o que sea de más de dos páginas –¡porque la madre mía va a perder tiempo leyéndose un mamotreto!». La analfabeta aficionada añadió: «Yo soy completamente consciente que para ser un legislador mediocre no hay que pasar trabajo… ¡y pa’ no pasar trabajo, yo!».

Por El Rata