San Juan, Puerto Rico – Los últimos días han sido testigos de una pugna entre la Rama Ejecutiva, la Rama Legislativa y la Rama Judicial cuando esta última declarara inconstitucional una ley aprobada para limitar los poderes de la judicatura. Cansada ya de que sus supuestos protectores se la pasaran insultándose los unos a los otros y metiéndola en el medio de sus discusiones, la Constitución de Puerto Rico aprovechó la oscuridad de la noche para hacer sus maletas y huir de la casa.

La Constitución de Puerto Rico exhibida en el Capitolio

Esta es la antigua morada de la Constitución de Puerto Rico antes de que le diera un foquetazo colectivo a los representantes de las tres ramas de gobierno

Tras la controvertible decisión del alto foro, el presidente del senado Eduardo Bhatia advirtió que no le hará caso a las decisiones del Tribunal Supremo; el gobernador Alejandro García Padilla tildó a los jueces de «enemigos interiores del País»; y el fanático número uno de El Ñame y juez asociado Rafael Martínez Torres básicamente tildó a García Padilla de montuno e irresponsable pero usando lenguaje legal fino. En medio de toda esta gritería estaba esta vez, y como siempre, la Constitución, siendo halada para todos lados por cada uno de los representantes de las tres ramas de gobierno. La semana pasada, sin embargo, el aguerrido documento se hastió y aprovechó que alrededor del Capitolio de noche solo hay deambulantes y legisladores en sus carros con las chillas para huir sin que nadie se diera cuenta, dejando atrás solo una nota que rezaba: «Ya me cansé de ustedes. Me voy de la casa. No me busquen. P.D.: You are all poopie-faces«.

Nota que dejó la Constitución al huir escrita en crayola

Esta fue la nota que dejó la Constitución al huir, demostrando simultáneamente su frustración ante la pugna gubernamental y su desdén por la corrección gramatical

«Yo sé que no soy más que un descarado copy/paste de la Constitución estadounidense pasada por Google Translate y con dos o tres toquecitos criollos por eso de disimular la desfachatez», admitió nuestro documento constituyente con pesar, «pero eso no quiere decir que no tenga sentimientos propios. Me siento como el hijo de padres divorciados que se la pasan peleando y poniendo a su hijo en el medio de sus pleitos, pero peor aún, porque los míos no se pueden divorciar nunca y en vez de dos, son tres. ¿Qué más podía hacer, sino empacar mis motetes y coger la juyilanga?», concluyó, sus lágrimas haciendo que se corra la tinta del Artículo I, Sección 2.

Por su parte, el gobernador Alejandro García Padilla se mostró sorprendido del suceso: «¿En serio se fugó la Constitución la semana pasada? Wow, yo ni cuenta que me di: ¡así de poco la uso! Pérate, ¿eso quiere decir que ahora sí es que mi gobierno puede hacer lo que le dé la gana sin que vengan estos majaderos del Supremo con sus ñeñeñés de que estamos violando estipulaciones constitucionales?», preguntó con un brillito malicioso en los ojos.

El Capitolio de Puerto Rico

Ahora que la Constitución puso pies en polvorosa, García Padilla anunció que abolirá la Rama Legislativa y convertirá el Capitolio en un country club privado, «Club Agapito»

Por El Rata