San Juan, Puerto Rico – El arzobispo de San Juan, Roberto González Nieves, ha sido blanco de controversia recientemente luego que el Vaticano le enviara una carta pidiéndole la renuncia a su cargo eclesiástico. Raudo y veloz, el monseñor se curó en salud pidiéndole a sus feligreses que por favor no se molestaran en escribirle a la Santa Sede, advirtiendo como quien no quiere la cosa que «el chota se explota».

El arzobispo de San Juan, Roberto González Nieves

Esta es la mirada amenazante de alguien que quiere que cierres el pico

Surgieron informaciones de que la razón principal por la cual el Vaticano le solicitó al arzobispo que dimitiera a su cargo fue su insistencia en asumir posturas político-partidistas (como el establecimiento del Altar de la Patria). Es igualmente posible que haya influido la imputación de que González Nieves ayudó a proteger a curas pedófilos –aunque es improbable que esta razón tenga mucho peso, porque si la Iglesia enviase cartas de renuncia a todos los líderes religiosos acusados de proteger a sacerdotes pedófilos, el Vaticano tendría que importar a diario furgones de la SeaLand repletos de resmas de papel.

Un camión de la SeaLand

Detrás de este habrían cien camiones más llenos de papel si hubiera que escribirle a todos los eclesiásticos que encubrieron a un cura pedófilo

«Sé que muchos de ustedes quieren interceder por mí ante el Vaticano y loar mi gesta completamente apolítica en la Isla», explicó el prelado en un mensaje a sus feligreses, «pero les pido de favor que mejor no envíen ninguna evidencia de ningún tipo a la Santa Sede, por si las moscas. Uno nunca sabe con qué cotilleos o comentarios deslenguados alguien podría venir aunque sea sin querer queriendo, así que mejor es que nadie diga nada; como bien dicen por ahí, calladitos se ven más bonitos. Y menos explotaditos, ¿vi’te?», añadió con una escalofriante mirada patibularia.

Por El Rata