San Juan, Puerto Rico – A comienzos de esta semana el Senado derogó la Ley «Tito Kayak» (artículo 200 del Código Penal), que penaliza las manifestaciones públicas realizadas en terrenos privados, por considerar a esta redundante e innecesaria. Siguiendo esa misma lógica de botar lo que no sirve, el cuerpo legislativo no tuvo más remedio que desbandarse a sí mismo y reemplazar todos los miembros de la Legislatura con un chimpancé con una maquinilla y un ábaco.

El Capitolio de Puerto Rico

El Capitolio puede ahora considerarse, literalmente, un zoológico nacional

La Ley «Tito Kayak» fue nombrada en honor al homónimo activista y protestante aficionado cuya más célebre travesura fue encaramarse en una grúa para detener el proyecto de construcción del Paseo Caribe. Esta ley criminalizaba actos de desobediencia civil que ya estaban contemplados en el código penal, razón por la cual el presidente del Senado Eduardo Bhatia concluyó que esta «no es necesaria». «Y si vamos a hablar de cosas innecesarias», admitió mientras terminaba de empacar su oficina en cajas de cartón, «¡nada lo es más que la legislatura de Puerto Rico! Miren si no tenemos nada que hacer que perdemos el tiempo en primer lugar pasando leyes superfluas y luego derogándolas. ¿No es más eficiente ponernos a todos de patitas en la calle y San Seacabó?».

Tito Kayak trepado en una grúa

Tito Kayak, dándole ideas a legisladores ineptos para para aprobar leyes innecesarias

El último acto oficial del Senado fue de aprobar la desarticulación completa de ambos cuerpos legislativos, reemplazándolos con un chimpancé particularmente inteligente el cual, asistido de una maquinilla y un ábaco, estará a cargo de redactar todas las leyes necesarias. «Francamente no sé por qué no se nos ocurrió esto antes», se castigó Jaime Perelló, presidente de la Cámara de Representantes, mientras acomodaba sus bártulos en el baúl de su carro. «Yoyimbo es un simio sumamente sagaz y en los cinco minutos que lo dejamos solo con su abaquito, rápido balanceó el presupuesto, arregló el asunto de la venta del aeropuerto y hasta averiguó lo que quiere El Negro. ¡Y seguramente también resolvería el problema del estatus en menos de una semana si averiguáramos cómo hacer para que deje de perder tiempo columpiándose de las lámparas de techo!».

Un mono pensativo

El mono Yoyimbo ahora está a cargo de todas las leyes del país (excepto aquellas relativas al cultivo del guineo, por tener conflicto de intereses)

Al manifestar admiración por la gesta desinteresada de los legisladores al eliminar sus propios puestos por el bienestar del Pueblo y del erario, Perelló replicó: «Pérate, pérate: ¿cómo que ‘para el bienestar del erario’? ¿Qué, tú crees que vamos a dejar de cobrar, es? Jelou, ¡si ahora simplemente seremos todos asesores de Yoyimbo, cobrando el doble de lo que cobrábamos antes, pero trabajando aún menos!», rio el ahora expresidente cameral y futuro asesor.

Por El Rata