Loíza, Puerto Rico – El gobernador Luis Fortuño sorprendió a los comensales del Wendy’s de Cidra ayudando a sus empleados a atender la ventana del servicarro. Por eso de no quedarse atrás, su contrincante Alejandro García Padilla intentó buscarse un trabajo similar, y lo mejor que logró conseguir fue haciendo chiripas en un friquitín de Piñones.

El gobernador Luis Fortuño deleitó a los clientes de un Wendy’s jodiéndoles la orden y tomando tres horas para darles un trapo de Frosty y una Coca Cola mediana
«Imagínense lo que sentí cuando vi esas fotos del Gobernador repartiendo jambélguels en un servicarro de Wendy’s», explicó García Padilla. «¡Sentí que yo estaba atrás como los güebos del perro! No podía permitir que Flojuño fuera el único candidato visto arremangado y haciendo trabajitos de nene de high ante las cámaras para hacerse el más de pueblo». Es por eso que, contra las recomendaciones de sus manejadores de campaña, García Padilla se dio a la tarea de buscar un restaurante que lo dejara chiripear, y lo mejor que encontró fue el Kiosko #47 de Maruca en Piñones, que le permitió «pasarle un pañito a las mesas, cambiarle la manteca al caldero y limpiar el toilet«.

Los deberes de García Padilla también incluían matar las arañas entre los cantos de madera, colgar bolsas de agua del techo y fingir que no pensaba que todo este trabajo manual era indigno de él [Foto tomada de Flickr]
«Cuando le traje la idea a mi equipo de campaña», rememoró el candidato popular mientras ponía unas empanadillas recién hechas en el escaparate del friquitín, «ellos me recomendaron que no lo hiciera. Ellos argumentaron que queríamos llevar una campaña de altura, enfocada en traer nuevas ideas y con el norte de no recurrir a las mismas politiquerías de siempre, a lo que les contesté: ‘¿Desde cuándo?'». Tomando el silencio avergonzado de sus manejadores como aquiescencia, García Padilla no tardó en buscar cómo competir con la risible escena de Luis Fortuño trabajando en un restaurante de comida rápida. «¡Si algo dice ‘¡Soy igual que todos ustedes, pobre plebeyos!’ es estar parado por horas frente a un escaparate lleno de frituras espantando moscas! Ahora bien, ¿dónde están las cámaras?», preguntó angustiado el aspirante a la gobernación al percatarse que no había nadie tomándole fotos.

Esta no es la cara de alguien que suele rellenar saleros o ahuyentar perros realengos con una escoba
Por su parte, María «Maruca» Sánchez, dueña del homónimo negocio, confesó que solo accedió a darle un empleo a García Padilla porque le cogió pena: «¿Tú sabes cuán desesperado por congraciarse con el electorado tiene que estar un candidato para recurrir a hacer este showcito de fingir trabajar por salario mínimo? ¿Quién creería que estos politiquitos de cuello blanco saben lo que es ganar una miseria, trabajar de sol a sol y aun así vivir en la prángana? Dito, si va tan mal su campaña que cree que esto lo ayudará a conseguir votos, ¿quién soy yo para negarle la oportunidad de mapearme el piso y sacarme la basura al zafacón?», preguntó Maruca, sin precisar si se refería a Fortuño o a García Padilla. «Ahora bien: ¡que Agapito ni sueñe en pedirme el guiso de nuevo cuando le coman los dulces en noviembre!».
Por otra parte, fuentes aseguran haber visto al candidato por el Partido Puertorriqueños por Puerto Rico, el ingeniero Rogelio Figueroa, lavando platos en un restaurante chino en Carolina, pero nadie está seguro que ese no es simplemente su trabajo a tiempo completo.

Por El Rata