San Juan, Puerto RicoLa consulta plebiscitaria realizada el día de hoy para enmendar la Constitución y limitar el derecho a la fianza fue derrotada, causando que miles de criminales salieran a las calles a cometer fechorías e intimidar testigos a diestra y siniestra.

El infierno dantesco en que se ha convertido Puerto Rico es el castigo por haber rechazado la limitación a la fianza y haber alentado a los delincuentes a seguir haciendo escante

La enmienda rechazada proponía que los ciudadanos acusados de asesinato pudieran ser enviados a la cárcel sin tener derecho a fianza, y su derrota envalentonó la clase criminal boricua. «¡Albricias!», gritó con algarabía Enrique «Kike Sangre» Martínez, conocido malhechor carolinense. «No saben el alivio que siento al saber que hoy, al igual que ayer y siempre, tendré el derecho a prestar fianza si por alguna casualidad de la vida la Policía llegase a atraparme y Fiscalía lograse encontrar suficiente evidencia como para encausarme. Es tremendo saber igualmente que ya no tendré que mandar a intimidar cualquier testigo en mi contra desde la cárcel, sino que podré hacerlo yo mismo y darle ese personal touch que me gusta brindarle a mis fechorías. ¡Gracias, Pueblo de Puerto Rico, por tener más ganas de llevarle la contraria a Fortuño que de hacerme la vida cuadritos!», exclamó agradecido Kike Sangre a la vez que buscaba a «algún blanquito guaynabicho a quien asaltar».

Kike Sangre se la ha pasado todo el día cometiendo fechorías y trillando doñitas en dubi apuntándoles con su pistola

«Esto es lo que pasa cuando queremos cagar más arriba del culo y pretender que sabemos más que el sistema judicial de la Metrópoli, donde los jueces tienen la potestad de negarle la fianza a los acusados», declaró apesadumbrado el comisionado residente, Pedro Pierluisi, partidario de la enmienda, mientras miraba impotentemente mientras un caco se le metía en la casa. «¿Por qué creen que en la Isla nunca se han cometido crímenes federales, como el car-jacking? Si esta enmienda hubiera sido aprobada, nos hubiésemos asegurado que no habrían más crímenes en Puerto Rico, no como esta tarde, que no pude ni sacar el carro de la marquesina porque la calle estaba cundí’a de testigos asesinados. Pero está to’ habla’o: ya veo que a los puertorriqueños les gusta apoyar a los criminales», concluyó con tono enchismado Pierluisi, quizás explicando así por qué tantos de estos salen electos como legisladores.

Pedro Pierluisi, molesto porque, al no limitar el derecho a la fianza, el Pueblo le dio un foquetazo a los designios de su administración para finalmente atajar el problema de la criminalidad

«Se los dije, Puerto Rico, ¡se los dije!», advirtió sombríamente el gobernador Luis Fortuño. «¡Si le hacen caso a Alejandro García Padilla, Puerto Rico explotará en mil cantos! ¡Alejandro te dijo que votaras por el sí y esto se jodió! Es OB-vio que solamente yo puedo llevar este país por la ruta correcta». Al recordarle al Gobernador que esta enmienda constitucional fue propuesta por su administración y su partido, este respondió: «No: yo solamente dije que hoy ganaba Puerto Rico. ¡No contaba con que ese canalla lo iba a cagar to’!», exclamó disgustado.

Por El Rata