Raleigh, Carolina del Norte – Luego de que un juez federal aplazara el comienzo del juicio por corrupción contra el exsenador John Edwards debido a un serio padecimiento del corazón que amenaza su vida, miembros de la comunidad médica estadounidense se mostraron sorprendidos ante el repentino deterioro de salud del excongresista. Fuentes revelaron que cardiólogos de gran renombre investigan afanosamente cómo es posible que una persona que aprovecha que su esposa padece de cáncer terminal para comenzar una relación adúltera, deja encinta a su amante, obliga a un subalterno a declarar que es el padre de la criatura y eventualmente la invita a mudarse con él a la casa de su ahora difunta esposa pueda tener corazón en primer lugar.

Tras explicar que contrario a la creencia generalizada sí tiene corazón, el exsenador Edwards señala el órgano que no tiene realmente

De acuerdo a médicos que han estado a cargo de evaluar el estado de salud de Edwards en el pasado, este súbito padecimiento contradice décadas de historial médico cuidadosamente recopilado. «¿Cómo es? ¿Que John tiene corazón?», preguntó asombrado el doctor Charles Thornton III, médico de la familia Edwards, quien lleva años diagnosticando los recurrentes dolores de pecho del exsenador como acidez. «Con razón las cantidades industriales de Tums que le receté todos estos años nunca resolvían el problema. Pero, ¿y qué me iba a imaginar yo que un tipejo capaz de usar los fondos de su campaña para ocultar sus chillerías iba a tener corazón? Pa’ mí que lo que tenía era un canto ‘e morcilla atora’o», se defendió Thornton, explicando que ante su obvia falta de corazón, el cuadro clínico que presentaba Edwards era compatible con gases.

A pesar de las suculentas apariencias, esto NO es lo que John Edwards tenía atascado en el tracto intestinal

Sin embargo, facultativos consultados opinaron que a pesar de haber descubierto que el también excandidato a la nominación presidencial por el Partido Demócrata efectivamente tiene corazón, una intervención quirúrgica probablemente sería inútil en esta avanzada etapa. «A estas alturas, esa masa purulenta que lleva [Edwards] en su caja torácica no es salvable», explicó el eminente galeno James P. Highsmith, director del Centro Cardiovascular del Hospital Duke Raleigh en Carolina del Norte. «O sea, ¡el tipo hasta grabó un video sexual con la chilla! ¿Acaso un macharrán que mientras su esposa muere lentamente anda guillándose de actor porno con la primera jovenzuela que se le cruce de frente alegando que es su alma gemela (o que sea contratada para grabar documentales sobre su increíblemente interesante campaña presidencial, lo que suene más estúpido) puede tener algún órgano salvable en su cuerpo?», preguntó con incuestionable lógica el médico. «Realmente lo mejor que podemos hacer es extirpar ese órgano: no cumple con función biológica alguna», concluyó el perito, resumiendo lo que tanto la comunidad médica como familiares de la difunta esposa de Edwards estiman es el paso más razonable en estos momentos.

Al cierre de esta edición había sido imposible obtener una reacción de Edwards por estar demasiado ocupado celebrando que un desperfecto de un órgano que nunca ha usado antes le ayudó a posponer una potencial pena de prisión por al menos tres meses. Expertos consultados confirmaron que en este caso un transplante de corazón solo sería viable si encontraran un órgano completamente compatible con el organismo de Edwards. Fuentes revelaron que autoridades de Carolina del Norte buscan muestras compatibles al corazón del exsenador en todos los inodoros, cloacas y plantas de tratamiento de aguas usadas de Carolina del Norte.