Washington, D.C.El sismo de 5.8 grados en la escala Richter que tuvo lugar hoy a eso de las 2 de la tarde hora local se debió, según expertos sismólogos/politólogos, a que un demócrata y un republicano llegaron a un acuerdo cordial.

Así luce la Casa Blanca después del sismo (en la mente de los alarmistas que se asustan de nada)

En efecto, se reporta que a la 1:56 PM hora local el representante republicano Barry «Butch» McConnell de Arizona y el representante demócrata Steve Adams de Massachusetts se trataron cortésmente y llegaron incluso a un acuerdo mutuo nunca antes visto. El incidente se suscitó cuando Adams llegó primero a una máquina de dulces en la cafetería del Congreso e intentó infructuosamente de comprar un Twix con un dólar algo estrujado. McConnell, quien había llegado unos segundos después con la intención de comprar la misma barra de chocolate, le ofreció un dólar menos estropeado a Adams para que este pudiera adquirir la golosina. Adams agradeció el gesto y ofreció compartir el chocolate, y en ese momento se suscitó el sismo que asustó a medio mundo en la capital estadounidense y en otras ciudades menos importantes.

Gracias a que el Twix se presta para ser compartido fácilmente fue que hoy tembló la tierra

«Ya entiendo por qué los demócratas y los republicanos siempre estamos peleando», explicó McConnell todavía asustado por el temblequeo al enterarse que fue el epicentro del sismo. «¡Es que de nuestra intransigencia y comportamiento repugnante, egoísta e infantil es que depende la seguridad de toda la nación!». En efecto, el temblor se llegó a sentir en otras ciudades e incluso causó que se desalojara preventivamente el Pentágono, la Casa Blanca y el Capitolio como si fuera el tercer acto de una película de Jerry Bruckheimer. «¡Si lo hubiese sabido antes, le hubiera dicho a este democratucho de pacotilla que se raspara pa’l carajo, me hubiera comprado el Twix yo y me lo hubiera comido al frente de él tranquilén!».

El hemiciclo del Congreso, lugar donde se siembra la discordia y se asegura la seguridad de la nación americana

El Presidente Obama, por su parte, amonestó a ambos legisladores por su «irresponsable acto de cortesía» y les exigió que volvieran a odiarse como perros y gatos, «tal como indica nuestra Constitución — ¡creo yo, porque nunca la he leído!». Como penitencia, el Presidente ordenó a que ambos representantes leyeran todas las transcripciones de las reuniones bipartitas sobre el asunto del presupuesto y del debt ceiling «para que aprendan cuán intransigentes y odiosos tenemos que ser los unos con los otros para que este país no se derrumbe como mis ilusiones de volver a ganar la presidencia en el 2012».

Por El Rata