San Juan, Puerto Rico – Luego de escuchar el clamor del pueblo puertorriqueño a causa de la merma de cornbif que embarga la Isla desde el pasado diciembre, el gobernador Luis Fortuño aseguró que se empeñará en bregar con la situación «en cuanto averigüe qué rayos es eso de ‘cornbif'».

La merma del cornbif data desde finales del año pasado, desde cuando el gobierno federal prohibió la importación de carne de un suplidor en Brasil, el país que más exporta el deseado producto. João Sozinho, presidente de la «Companhia da Exportação do Cornbif», explicó: «Nosso produito é muito gostoso — mais os americanos são umos chorones e proibieron-nos a exportação do cornbif porque nossa carne continha excesso de Ivermectina, um agente anti-parasitáiro para as vacas… mais a Ivermectina é o que dá o sabor ao cornbif! Sem Ivermectina o cornbif sabe a culo de vaca com maíz!«, aseguró espeluznantemente en un portuñol que ojalá hubiera sido más difícil de entender.


El cornbif es una de las contribuciones más importantes de Brasil a la humanidad (luego del Brazilian wax, Xuxa, y fotos de tipas ‘estetá’s durante el Carnaval)

Desde que el delicioso comestible enlatado comenzó a mermar en los supermercados de la Isla, los boricuas comenzaron a lamentar su ausencia y a quejarse con el gobierno. «¿Dónde está mi cornbif?», se quejó la ama de casa Luli Salgado mientras paseaba por las góndolas de Amigo en búsqueda del añorado producto. «Llevo buscándolo por to’s la’os desde el año pasado y no lo encuentro. ¿Cómo se supone que alimente yo a mis cinco nenes ahora? ¿Comprándoles comida no enlatada, nutritiva y baja en sodio? ¡Eso suena a demasiado trabajo!», aseguró, mientras comparaba precios entre diferentes marcas de jamonilla.


¡Como si hubiera duda que la mejor jamonilla es la Tulip!

Finalmente respondiendo a las quejas del Pueblo, el gobernador Luis Fortuño aseguró que se dará a la tarea de resolver el problema, comenzando por averiguar qué exactamente es el cornbif. «Hablemos claro: eso de ‘cornbif’ me güele a comida de pobre, como las frituras, el mondongo y el bacalao con guanimes, y honestamente ese no es mi forte«, se defendió Fortuño. «Sin embargo, yo soy alguien que se sacrifica por su gente, así que me adentraré en el mundo de los colmados-cafetines de pueblo a ver si alguien me explica qué rayos es ese producto del cual yo no había ni oído mencionar». Al preguntarle al Primer Mandatario que cómo es posible que él no conozca este alimento, si seguramente hasta sus hijos lo han comido en el comedor escolar, este replicó: «Jelou, mis nenes nunca pusieron un pie en un comedor escolar de escuela pública: ¡afortunadamente ellos no saben lo que es comer en una bandeja de metal o tomar leche de una bolsita plástica!».

El Gobernador no pudo quedarse de brazos cruzados al ver el sufrimiento expresado en videos como este

Luego de días de merodear secretamente las góndolas de Econo, Mr. $pecial y otros supermercados cuya existencia Fortuño anteriormente desconocía, y luego de «hablar con más doñas en bata y pantuflas de las que jamás hubiera deseado», el Gobernador concluyó: «¡Ohhhhh….! ¡Es que es corned beef!», pronunciando cada palabra en inglés impecable. «Francamente no sé qué pueda hacer para lograr importar más corned beef a la Isla… ¡pero ciertamente algo que aprendí de esto es que hay que mejorar la enseñanza de la pronunciación del inglés en nuestras escuelas!».

Por El Rata