San Juan, Puerto Rico – Para agradecerle todas las veces que el superintendente José Figueroa Sancha permitió que el gobernador Luis Fortuño participara en redadas policiacas, este permitió que Figueroa Sancha a su vez fungiera como Primer Mandatario por un día.


El ahora ex gobernador Figueroa Sancha disfrutando de su efímero puesto

Figueroa Sancha manifestó sentirse muy complacido que el gobernador Fortuño le confiara la administración de la Isla, aunque sea por un día. «En todas esas ocasiones que Luis [Fortuño] se ponía su chalequito antibalas extra-small y participaba en nuestras redadas policiacas«, explicó el Superintendente, «jamás pensé que él algún día me ofrecería la oportunidad de ponerme un gabancito de mil dólares, hacerme un peinadito wet look y fungir como gobernador. ¡Si hubiera sabido que a pesar de mi pobre ejecutoria como Superintendente de la Policía él me daría esta promoción, me hubiera esforzado aún menos!».


Fortuño jugando a pillo y policía

El efímero gobernador Figueroa Sancha se presentó en Fortaleza temprano en la mañana de ayer, presto a comenzar su día de poderío ejecutivo ilimitado. El ex (y actual) gobernador Fortuño le dio un tour de los predios al nuevo gobernante y le mostró los diferentes cuartos de la antigua mansión ejecutiva, aprovechando la ocasión para pedirle que se mantuviera alejado de todas las habitaciones, oficinas y balcones. También le rogó que no se sentara en ninguno de los muebles, que no sacara nada de la nevera, y que en vez de usar los baños de la Fortaleza «fuera al asilo de ancianos de al lado, que a las monjitas no les molesta» — pero que aparte de eso, se sintiera «como en su casa».


La Fortaleza, la mansión ejecutiva que el gobernador Figueroa Sancha apenas habitó durante su término de un día

Una vez instalado cómodamente en la marquesina de la Fortaleza, el gobernador Figueroa Sancha intentó pasar par de leyes aumentándole el salario a los miembros de la Uniformada, haciendo ilegal llamarle «puerco» (o cualquier derivado porcino) a los policías, y haciendo vitalicio el cargo de Superintendente. Sin embargo, el gobernador principiante se dio cuenta rápidamente que no tiene el poder de hacer nada a menos que el presidente del Senado, Thomas Rivera Schatz, así lo desee, y este estaba de mal humor porque Fortuño no acababa de hacerlo gobernador a él. Enfrentado con esa realidad, Figueroa Sancha procedió a realizar las otras labores típicas del Gobernador: ignorar las preguntas de la prensa y hablar en vez en el programa de La Comay; participar en redadas policiacas donde no hace nada más que estorbar; y viajar fuera del país cuando la cosa se pone pelú’a.


La Comay, foro preferido por el gobernador de turno para hablarle al Pueblo

Luego de terminar su intensa jornada ejecutiva, Figueroa Sancha expresó su satisfacción por la labor realizada, y concluyó: «Agradezco mucho la oportunidad de haberle podido servir al Pueblo en otra faceta diferente a la de ser Superintendente de la Policía. Acá entre nos, este guiso del Gobe es un guame: ¡francamente esto lo podría hacer cualquier idiota!», aunque le recordamos que no es cualquier idiota, sino solo el idiota que logró la mayoría de los votos.

Por El Rata