San Juan, Puerto Rico – Luego de leer en la prensa las penosas declaraciones del periodista José Raúl Arriaga en las que confiesa padecer micropenia e impotencia, los fiscales a cargo del caso aseguraron enfáticamente que el locutor radial «a estas alturas debería saber que se quedará corto» con una defensa de tan pequeño valor probatorio.

Criminólogos del Departamento de Justicia analizan la nueva evidencia presentada por el locutor: «Nope, no hay nada aquí que valga la pena»

La micropenia, condición que consiste en tener un pene mucho más pequeño de lo normal (y la nueva palabra favorita de cualquier charlatán que haya escuchado las declaraciones de Arriaga), no es considerada legalmente como una excusa para propasarse con un menor. «Abuso sexual es abuso sexual, simple y sencillamente», explicó el fiscal de distrito, Luis Guillermo Zambrana, «¡no importa si lo que Arriaga trató de violar fue el ombligo del muchachito!».


José Raúl Arriaga: micropénico

«Hemos leído la entrevista del señor Arriaga», abundó Zambrana, «y francamente por más que intentamos, esa coartada es casi invisible. Su experiencia debería decirle que tiene diminutas probabilidades de éxito». De acuerdo al fiscal, el escaso valor probatorio de las declaraciones del periodista serán claramente insuficientes para satisfacer las exigencias del Tribunal: «Esta evidencia no tiene las dimensiones suficientes como para exonerarlo. Si [Mayra] López Mulero cree que se va a salir con la suya, está bien equivocada», aseguró Zambrana, en referencia a la abogada del acusado.

Por su parte, la licenciada López Mulero, quien negó haber recomendado a su cliente declarar sobre sus problemas de estreñimiento penil, aseguró que la revelación de Arriaga abre nuevas puertas a la defensa del periodista radial: «Ahora que sabemos que Arriaga tiene un micropene, resulta evidente que el Estado no puede acusarlo de violación de ese menor. ¿Acaso el Código penal castiga la violación de ombligos?», preguntó la letrada con incuestionable lógica. «Además, el código se llama Código Penal, no Micropenal, ¿verdad? Mi cliente en todo caso lo que cometió fue microviolación. ¡Exigimos la desestimación de los cargos ahora mismo!», demandó la letrada con la rectitud que la caracteriza.

Al insistirle sobre si ella fue la autora de esta nueva estrategia, López Mulero negó airadamente que Arriaga haya revelado tan íntimos problemas por instrucciones suyas: «¿Cómo se te ocurre que esto se me pudo haber ocurrido a mí? ¿Acaso tú crees que yo soy una rencorosa abogada quiebrabolas, capaz de obligar a mi cliente a hacer el ridículo público más que porque le queden dos dólares en su cuenta bancaria y no va a poder pagarme?», preguntó indignada la reconocida abogada. «Esto no fue idea mía. Aunque si lo hubiera sido, sería tremenda estrategia, ¿no crees? O sea, ¿pretender mejorar tu imagen pública de abusador sexual de menores y pornógrafo alegando que meramente eres un impotente sexual con problemas de micropenia? ¡Tan pronto el juez escuche semejante defensa de seguro exonera por insanidad mental!», concluyó Mulero con una sonrisa zalamera mientras se chupaba un pirulí.