San Juan, Puerto Rico – En lo que a su juicio representa «la medida de mayor justicia contributiva implementada por nuestra administración hasta el momento», el Secretario de Hacienda, Juan Carlos Puig, anunció ayer un agresivo programa de impuestos especiales sobre la propiedad a residentes que habiten bajo exclusivos puentes, banquitos y aceras en diferentes puntos del área metropolitana, poniendo fin a la inaceptable evasión contributiva que por décadas ha afectado los recaudos del gobierno.

Un irresponsable evasor contributivo escucha atentamente las instrucciones del Secretario de Hacienda, Juan Carlos Puig, sobre el nuevo impuesto que le tocará pagar por residir en este privilegiado banquito de la Capital

«Es increíble que ninguna administración anterior haya sido capaz de identificar la flagrante evasión contributiva de estos residentes que habitan en los sectores más exclusivos del país y, que se sepa, nunca han pagado contribuciones», explicó Puig, pausando momentáneamente para afilarse los colmillos con una vistosa lima de acero inoxidable. «La situación se viene dando en una cantidad alarmante de vecindarios exclusivos: hay gente bajo los puentes frente a Plaza Las Américas, en la [Avenida] Piñero, en Montehiedra, en fin, esencialmente bajo todos los puentes y aceras del área metro, viviendo de forma ostentosa y encima de eso durmiendo plácidamente a la vista de contribuyentes responsables que transitan por esas vías todos los días. Es el colmo del descaro», sentenció enfáticamente el Secretario.


Residentes del exclusivo puente frente a Plaza Las Américas en la Avenida Roosevelt de Hato Rey demuestran jactanciosamente su opulenta forma de vivir sin pagar contribuciones

De acuerdo a Puig, es vital que el Gobierno actúe de forma precisa para controlar este problema porque así podrán ofrecer alivios contributivos sin precedente a quienes de verdad lo necesitan: «Estamos hablando de prime real estate aquí. Por culpa de estos irresponsables evasores que viven en el expreso debajo del puente de Montehiedra, la clase humilde y trabajadora de las comunidades especiales de Montehiedra y Encantada están pagando de más. Como ha recalcado nuestro Gobernador en innumerables ocasiones, debemos reducir la carga contributiva de estos sectores tan marginados», dijo el Secretario, quien reiteró su confianza en que esta medida apacigüe las continuas críticas sobre alegado favoritismo de la actual administración con las clases privilegiadas del país: «A los que se la pasan con la cantaleta de que los que viven en casas de $500,000 o un millón no pagan lo que deberían pagar, ¡el puente frente a Plaza debe valer como 15 ó 20 millones de dólares! ¡Ya no se pueden quejar de que no le cobramos a los que viven en los sitios privilegiados!», alegó con incuestionable lógica.

Por culpa de los infames evasores contributivos que habitan bajo del puente frente a Montehiedra, los residentes de casuchas humildes como éstas están en peligro de pagar contribuciones excesivas

El funcionario rechazó que tanto esta medida como el impuesto especial sobre la propiedad, cuyo primer pago deberá realizarse en noviembre de este año, representen una contradicción con la plataforma que el Partido Nuevo Progresista presentó durante el pasado periodo eleccionario y que prometía reducir dramáticamente las contribuciones a los ciudadanos: «¿Contradicción con la plataforma? No, ninguna. Allí lo que dice es que bajaremos las contribuciones sobre ingresos, pero no dice cuándo», explicó el Secretario. «Lo que dice es que en un futuro que no se sabe cuándo es, dejaremos de cobrar impuestos sobre ingresos a algunas personas, pero no dice nada sobre no aumentar impuestos sobre la propiedad, así que las casas son fair game«, explicó sonriente. «Al final, estamos garantizando un alivio considerable a nuestros contribuyentes, y ésa ha sido nuestra meta desde el primer día», concluyó, sin aclarar si se refería a los contribuyentes en general o a los contribuyentes que asisten a las espontáneas fiestas de cumpleaños y demás agasajos a los que acostumbra asistir ilegalmente.

El Secretario defendió sus políticas contributivas, asegurando que son el producto de un cuidadoso proceso con el que la agencia monitorea el sentir de la ciudadanía para atender sus preocupaciones y necesidades más apremiantes: «Nuestras medidas son el resultado de las recomendaciones que nos hacen los propios contribuyentes. Es que hace poco instalamos un buzón de sugerencias a la salida de nuestras oficinas, y la gente siempre lo llena con sus observaciones y recomendaciones», dijo Puig mientras mostraba cientos de hojas de sugerencias recibidas. «Cobrarle impuestos a los deambulantes llegó tercera entre las alternativas presentadas. Desafortunadamente, nos fue imposible implementar las dos recomendaciones que más se repitieron: que le fuera a cobrar el impuesto especial a mi madre, y otra que ahora mismo no recuerdo, pero que tenía que ver con vaselina y un cogollo de piña», concluyó el funcionario, mientras se reacomodaba cuidadosamente en su silla.