Río Piedras, Puerto Rico – Por no contar con tiempo suficiente para preparar sus tradicionales estrategias de lucha sindical consistentes en comprarse trajes de baño, neveritas y cerveza suficiente para dos días de lucha en la playa más cercana, decenas de miles de estudiantes del Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico ignoraron completamente el paro indefinido que empleados unionados de mantenimiento y ornato de la institución iniciaron en la mañana del miércoles, y que paralizó completamente toda actividad universitaria durante casi quince minutos.

Una multitud de estudiantes entona estribillos en apoyo de la causa de los empleados de mantenimiento. Fuentes aseguran que el estribillo más pegajoso decía: Coquí… Coquí… Coquí…

«¡Realmente los agraviados somos nosotros! ¿Cómo se supone que arranquemos pa’ la playa a, er, ‘apoyarlos’ si no avisan que hay huelga?», exclamó iracundo el Presidente del Consejo de Estudiantes, Julio Albizu Pesquera, Jr., mientras examinaba un deshilachado y gastado traje de baño en estampado floral. «Los compañeros de mantenimiento no informaron a nadie sobre su manifestación, y se nos hizo imposible prepararnos para, ejem, apoyarla incondicionalmente», explicó Albizu Pesquera sobre la total ausencia de representación estudiantil en la línea de piquete. «Todo el mundo sabe que nosotros aprovechamos cualquier causa para irnos a protestar al Refugio o al Chateau, pero los compañeros tienen que tomar en cuenta también que no se puede protestar efectivamente usando un traje de baño que apriete. ¡Es inaudito!», explicó, lanzando iracundo el viejo traje de baño al zafacón.

Un estudiante demuestra los problemas que puede causar la falta de comunicación entre sectores sindicales del país

El líder estudiantil defendió la postura asumida por los estudiantes, y aseguró que tienen causas más justas y apremiantes que atender: «Ahora mismo estamos trabajando fuertemente en retomar las calles de Río Piedras, y con ellas, OB-viamente, nuestro gran baluarte sagrado y trinchera de lucha estudiantil por excelencia: las cunetas de la Avenida Universidad», aseguró, defendiendo valientemente el derecho de todo estudiante universitario a arrastrarse muerto de borracho por las aceras y encintados de la Capital. «Además, las consignas que cantamos sólo riman después de habernos dado par de Medallas, así que para protestar a esa hora de la mañana definitivamente había que empezar a prepararse al menos desde las diez la noche antes», aseguró mientras cerraba su neverita de playa indignado.

Vista parcial de una causa inmensamente más meritoria para los estudiantes: el derecho a tirar basura y orinar en las aceras de San Juan

Por su parte, el liderato de los empleados de mantenimiento aseguró que el paro representa una «barrida» de la matrícula en sus reclamos por mejores condiciones laborales: «Con nuestra manifestación hemos obtenido un triunfo laboral limpio«, dijo Alberto Barrido Escobillas, barrendero en el Centro de Estudiantes de la Institución, mientras blandía su muy absorbente Mapo Único cual espada de lucha sindical. «Nuestros logros fueron gigantes: ¿quién iba a pensar que los catorce gatos que habíamos allí pararíamos a toda la Universidad durante casi quince minutos? Es impresionante lo que podemos lograr cuando unimos nuestras escobas, mapos y cubos en contra de todas esas medidas anti-higiénicas de esta totalmente sucia administración», aseguró emocionado, en referencia al arduo proceso de negociación con el que los huelguistas consiguieron el compromiso inquebrantable de la administración universitaria de continuar ignorando sus reclamos hasta las navidades del 2011.

Al preguntársele si creía que la ciudadanía había entendido sus reclamos, Barrido se expresó confiado en que habían logrado llevar el mensaje: «Yo creo que la gente escuchó nuestro totalmente desinfectante mensaje. Es más, estoy casi seguro de que algunas personas hasta se dieron cuenta de que los que estábamos frente a los semáforos de la Universidad estábamos protestando, y que no éramos deambulantes pidiendo limosnas», aseguró el portavoz. «¡Mapeamos el piso con la administración! ¡Esto fue un éxito total! ¡Fue como desempolvarle un dulce a un bebé», concluyó de manera un tanto confusa, acabando con todas las referencias a actividades de limpieza disponibles.

Los empleados unionados de mantenimiento dejan saber sus más que razonables reclamos por mejores condiciones laborales. No parecen pedir mucho: ¡tal vez si les damos Mistolín en vez de Clorox estén contentos!

Al cierre de esta edición había sido imposible obtener una reacción de Federico Torres Jaramillo, Presidente del Frente Unido De Comités Amplios De Coordinación Sindical De Centrales De Trabajadores Unionados Auténticos E Independientes Puertorriqueños (FUDCADCSDCDTUAEIPetc.) debido a que no se enteró que la UTIER y la UIA no son las únicas uniones con conflictos laborales.