Orocovis, Puerto Rico – Haciendo malabares para demostrar que los planes del Gobierno de desalojar a los habitantes de Villas del Sol son para la protección de éstos, dado que dicho sector es inundable, el gobernador Luis Fortuño ordenó a que se desalojaran igualmente todas las áreas inundables de la Isla. Sin embargo, dado que en Puerto Rico llueven tres gotas y todo se inunda, esto resultó en que toda la población tuviera que ser relocalizada al municipio central de Orocovis.

«Ya me harté de que me tildaran de comemierda o de desalmado, como cuando le corté el agua a los residentes de Villas del Sol y sugerí que los niños podían bañarse en la pileta de la escuela«, tronó el gobernador Fortuño. «El que me conoce, sabe perfectamente bien que lo mío es la ecuanimidad (tal como lo de Charytín es la sencillez), y que si mi gobierno quiere desalojarlos no es por racismo ni por darle un foquetazo a los pobres (¡aunque bien merecido que se lo tendrían!), sino porque esa área es muy peligrosa y estamos velando desinteresadamente por su bienestar. Sin embargo, para darle contundencia a mis palabras, he instruido a la Policía y a la Guardia Civil que debe comenzar la evacuación de todos los sectores de la Isla que tengan historial de inundaciones, y de relocalizar a la ciudadanía a un lugar seguro. ¡Y que conste que tanto ricos como pobres se van a ir en esta redada! ¡Ahora no podrán decir que tengo nada en contra de esos cochinos ‘dominicainos’ que invadieron esos terrenos en Villas del Sol!», exclamó Fortuño, perdiendo algo de ecuanimidad.


Lo de Fortuño es la ecuanimidad como lo de Charytín es la sencillez… y el pelo enorme

Lo que probablemente el Primer Mandatario no consideró al emitir su dictamen fue que el 99% de la Isla se ha inundado en algún momento, y que el sistema de drenaje y los desagües están tan mal diseñados que son poquísimos los sectores que se podrían considerar «seguros». En efecto, parece que la población entera de Puerto Rico tendrá que ser reubicada al municipio de Orocovis, el cual, por ser montañoso y central, corre menos riesgo de inundaciones que otros lugares más bajos. «Se jodió el vecindario», declaró cabizbajo Jesús E. Colón Berlingeri, alcalde de Orocovis. «Tan tranquilito que era esto aquí antes, y ahora se convertirá en una olla de grillos de ligas mayores. ¡Con que relocalicen pa’cá al reguero de cacos de Carolina, con eso na’ más basta para acabar con la paz que teníamos! Supongo que tendré que empezar a escuchar reggaetón y bachata, para ir acostumbrándome a lo que se estará oyendo por las calles de ahora en adelante», suspiró resignado.


Orocovis está en el mismo centro de la Isla, también conocido como el Ombligo del Mundo

Al aprender sobre la determinación del Gobernador, Fernando Mojica, el Presidente de la Asociación de los Grandes Intereses (AGI), confesó que comenzó a salivar solamente de pensar en todas las posibilidades económicas que dicha acción significaría para él y sus correligionarios. «Empecemos con que finalmente podremos hacer hoteles en todas estas tierras desalojadas que, como bajarán de precio estrepitosamente, podremos adquirir por una chispería. Convertiremos el Castillo San Felipe del Morro en un finísimo hotel de lujo, y el Castillo San Cristóbal será una versión un poco más económica para aquellos visitantes que sean millonarios, pero no billonarios». Al recordarle al señor Mojica que ambos castillos están bajo la protección federal del Servicio Nacional de Parques, y no del gobierno de Puerto Rico, éste respondió: «Bah, no le hace: sobornar una mano boricua o una mano gringa… ¡qué más da!».


Próximamente aquí estará el «San Felipe del Morro Hotel & Casino»

Los residentes del sector Villas del Sol también se mostraron satisfechos por la decisión del Gobernador: «Bueno, si van a relocalizar a medio mundo, entonces qué carajos, que nos reubiquen a nosotros también; si no, ¿de quién nos íbamos a robar la luz y el agua, con todo el mundo viviendo en las pailas del infierno por allá en el monte?». También confesaron que ya le dieron una auscultadita preliminar al municipio de Orocovis, y ya han identificado par de áreas que estarían dispuestos a invadir ilegalmente: «Pues, si pudimos infiltrarnos en Villas del Sol desde el ’92 y permanecer ahí por tantos años sin pagar renta… ¡claro que lo vamos a volver a intentar a donde sea que nos relocalicen! Y si se nos ponen con majaderías de nuevo allá en Orocovis, empacamos nuestros motetes y nos vamos pa’ otro la’o tranquiléin. Qué sé yo, quizás intentemos invadir Montehiedra sólo por joder: siempre quise vivir en una casa de más de un millón de dólares… ¡sin tener que pagarla, claro está!».


Posible futura residencia de algún invade-terreno en Montehiedra

Para tranquilizar a muchos grupos que manifestaron inquietud por esta orden ejecutiva, Fortuño aclaró: «No se preocupen, porque esta vez le dejé bien claro a la Uniformada que debían usar gases lacrimógenos y repartir macanazos sólo como último recurso… no como antes, que era básicamente cuando alguien les llevara la contraria. También les pedí que mantuvieran los casos de abuso contra mujeres con ocho meses de embarazo a un mínimo… ¡aunque si se ponen jaquetonas, no prometo nada!». El Primer Mandatario aseguró que ningún ciudadano tiene qué temer durante las próximas semanas de relocalización forzosa al centro de la Isla, «a menos que esté en desacuerdo con mi decisión, y/o que ponga resistencia al traslado. El que haga eso, obviamente tendrá que asumir las consecuencias… ¡y si no me creen, pregúntenle a los reporteros del noticiero de TUTV!».

Por El Rata