San Juan, Puerto Rico – Reinita, el pajarito de la madre de Miss Mundo Puerto Rico, Ivonne Orsini, despotricó esta mañana desde ultratumba contra la familia, responsabilizándolos de maltrato y de su eventual muerte el pasado domingo en un siniestro en la residencia de los padres de la reina de belleza. El pajarito estaba reaccionando a la noticia que informaba sobre el incendio sufrido en la residencia de los Orsini y que mencionaba cómo la madre de Ivonne lloró desconsolada por la muerte de «el pajarito que era nuestra mascota y que me cantaba todos los días».

«¡Ay ay! ¡Se me quemó la terracita que acabábamos de estrenar! ¡Ay Ay! ¡Se me quemó la mesa de billar! ¡Ay! ¡Y antes que se me olvide, el pajarito que me cantaba por la mañana! ¡Váyanse… pa’l mismo… CARAJO!», tronó iracundo el espectro fantasmal de Reinita, en entrevista exclusiva con El Ñame. «Y que yo le cantaba… ¿Pero qué se cree la vieja egocentrista esa? ¿Que yo le iba a cantar a mis encarceladores? Ese canto era mi ‘Oda Al Silencio Y La Soledad’, que he cantado desde el día que fui condenado a pasar el resto de mi existencia en una jaula para que una zafra de mama’os se pararan al frente y se imaginaran que yo les cantaba. Perdónenme pero… ¡qué cojones tiene la vieja esa!».


Reinita, en vida, indudablemente orando por que la muerte la liberara de su cautiverio eterno en manos de los Orsini

«¿Qué se supone que haga? ¿Que les tenga pena porque no tienen dónde dormir? ¿Porque se les quemó el billarcito y la terracita? ¡Que yo recuerde, ninguno de ellos me tenía pena cuando estaba encerrado en una jaula llena de mis propias heces fecales!», nos trinaba Reinita con una voz que empezaba a sonar distorsionada. «Todo ese tiempo enganchado en un palito e ingeniándomelas para poder dormir sin caerme y así no embarrarme en mi propia mierda… Y para colmo… me pusieron de nombre ‘Reinita’… ¡PUÑETA, YO ERA MACHO!», gritó el iracundo pajarito con ojos que se volvían rojos y emitían el intenso calor del infierno que fue su vida y que aún ardía dentro de él.

«Ustedes no saben cuántas veces yo imploré a viva voz por muerte en esa jaula, sólo para escuchar a la vieja esa decir ‘¡Mira, Reinita está cantándome de nuevo!’. ¿Pero saben qué? Me jodí, porque Dios me complació», continuó mientras empezaba a sufrir los efectos de la grotesca transformación que su profundo odio por los Orsini iniciaba. «Yo lamento que ellos no hubieran estado ahí, pero no para que se quemaran conmigo. Oh, no, eso es para luego… No, hubiera querido que estuvieran allí porque nadie estuvo ahí para escuchar mi obra maestra, mi ‘Sinfonía de Terror’, la cual en mi desespero cantaba al tiempo que era consumido por las ardientes llamas ocasionada por la jodía lavadora que dejaron prendía. ¿Pero saben qué? Mejor que no estuvieran ahí, porque la vieja esa lo hubiera caga’o diciendo, ‘¡Mira mi amor, me está cantando de nuevo!'», dijo con intenso odio, al tiempo que empezaba a despedir un terrible olor a azufre y se transformaba en un engendro demoniaco que pasará la eternidad atormentando y siendo atormentado.


Reinita, esperando con ansias la llegada de la familia Orsini al Más Allá, a quienes encantará con su canto, que sólo podemos describir como el grito de horror de innumerables ánimas atormentadas

En ese momento, Reinita dio por terminada la entrevista y alzó vuelo para permanecer al lado de los Orsini a donde quiera que vayan, para asegurarse que él será lo primero que cada uno de ellos vea cuando final e inevitablemente estiren la pata.