Aguas Buenas, Puerto Rico – El armador de la Selección Nacional de Baloncesto de Puerto Rico, Carlos Arroyo, fue sorprendido ayer por compañeros, familiares y amigos para celebrar que esté un año más cerca de la muerte. El espigado jugador cumplió 30 años durante el día de ayer: considerando que la vida promedio en Puerto Rico es más o menos 75 años y que un armador empieza a dejar de ser efectivo un poquito después de los 35, esto dejaría a Carlos con 40 años restantes de vida recordando lo que nunca más podría a volver ser.

Familiares y amigos se reunieron para recordarle a Carlitos que ya vivió un poquito menos de la mitad de su vida

«¡Y que cuuumplaas muuuchoooos máááass….!», acabaron de cantar familiares y amigos para la gran ocasión mientras Carlitos digería la idea de que para el próximo día ya habría vivido un poco más del 40% de su vida y que tan sólo en 5 años estaría llegando al final de su vida útil como jugador. «Sí, mano, le quedan como 6 añitos más o menos decentes; ya como que se le ve más lento, aunque el guille sigue igualito», comentó su compañero de equipo, el juvenil enebeísta, José Juan Barea, de 24 años, quien está presto a arrebatarle la posición de regular a Arroyo tan pronto sus piernas inevitablemente le empiecen a fallar en un par de años. «Anyway, muchas felicidades a Carlitos, y le deseo mucha suerte regresando a la NBA. ¡Que se apure, que ya no le queda mucho tiempo!», aseguró.

No te preocupes, José Juan, que en seis añitos más va a haber un nuevo armador pisándote los talones

«Yo ni me acordaba que era mi cumpleaños número 30… o por lo menos, estaba tratando de no acordarme, pero gracias a mi familia y preciados compañeros de equipo supongo que tendré que… celebrarlo…», dijo Arroyo mientras daba un profundo suspiro de resignación. «Ven acá, m’ijita, que a tu papi le queda un año menos de abrazarte y mimarte», musitó en voz baja mientras agarraba a su hijita y le daba el pedazo de bizcocho al que sólo le había dado un mordisco con cara fingida de felicidad luego que su esposa se lo diera risueña.

Viendo el estado depresivo de Carlitos, le preguntamos a la ya retirada leyenda del baloncesto puertorriqueño, y ex candidato a senador por el Partido Popular Democrático, Piculín Ortiz, si tenía algo que decirle a Arroyo para que no viera su cumpleaños número 30 como algo negativo. «Bueno, para empezar, no es tan malo retirarse. Puede tratar de aportar al país en algo que no requiera mucha experiencia o educación, o sea, meterse a la política como hice yo. Con su popularidad, no creo que tenga ningún problema, digo, mientras no cometa el mismo error que yo, de tirarse a senador por un partido que jodió el país y con un candidato a gobernador acusado en el ámbito federal. Ahí estaría jodí’o. Y segundo, no debe mirar la muerte como algo negativo. Una vez se muera, la gente lo va a recordar como un jugador mil veces mejor que lo que él realmente era. ¡Hasta se olvidarán que se rajó de la NBA por un año para jugar en una liguita tribilín de Israel!», aseguró.


¡Pero nada, Carlitos! ¡Cuando estés demasiado viejo para jugar basket, con un poquito de maquillaje puedes empezar una nueva carrera en el Blue Man Group!