Hato Rey, Puerto Rico – Durante el día de ayer, el juez Paul Barbadoro detuvo abruptamente los procedimientos en el juicio del ex gobernador Aníbal Acevedo Vilá para analizar las objeciones repetidas del abogado Thomas Green al testimonio del empresario Salvatore Avanzato. El abogado de Acevedo Vilá alegó que el testimonio del Sr. Avanzato constituía prueba de referencia, o en otras palabras, que el testimonio de Salvatore se basaba en algo que otra persona le dijo. El juez expresó también preocupación con este testimonio y se preguntó abiertamente que dónde carajo estaba la magna conspiración que le prometieron.

«En verdad, en estos momentos me siento como un tremendo pendejo. ¡A mí me prometieron una conspiración de proporciones bíblicas cuando me buscaron en Boston para presidir este juicio! ¡Chacho, y yo que estaba pensando que ahora venía lo bueno cuando vi a Salvatore entrar! ¡Pensaba que iba a ver una obra de arte legal observando cómo fiscalía ataba lo que parecían tres casos distintos en uno solo para poder procesar delitos prescritos!», dijo con gran desaire el juez Barbarodo. «Sin embargo, con lo que me he encontrado es que tengo el testimonio de una zafra de infelices claramente culpables que tienen acuerdos de penas menores o de inmunidad para testificar en casos que ya han prescrito y ahora me traen a un chismosito aquí a decir que ‘Fulanito me dijo que Aníbal sabía lo de Filadelfia’. ¿Qué es esto? ¿El salón donde se reúnen a dar chismes en la escuela superior? ¿Alguien me quiere decir dónde carajo está mi conspiración?», declaró con gran enfado, al tiempo que una peste misteriosa se sintió en el salón y la fiscal Rosa Emilia Rodríguez se excusaba para ir a «darse un retoque».


Desconocemos si la peste que se sintió en la corte estaba relacionada con esta curiosa mueca de la fiscal Rosa Emilia Rodríguez cuando el juez Barbadoro pidió evidencia directa del envolvimiento de Aníbal Acevedo Vilá en la conspiración de Filadelfia, pero el tiempo dirá

Luego de la salida abrupta de Rosa Emilia, la fiscal María Domínguez se dirigió al juez Barbadoro diciendo: «Señor Juez, le aseguro que esto no es lo único que tenemos. Dos palabras: Eneidy Coreano», dijo al tiempo que el juez Barbadoro la miraba sin mucho entusiasmo y era evidente que el nombre no hacía nada de mella en él. «Aaah… ¿Ésa es la que viene la semana que viene, que está así de cerca de nunca llegar a ese banquillo de los testigos? ¿La convicción segura que teníamos y la cambiamos por un testimonio?», preguntó Barbadoro. Ante el silencio de la fiscal, éste añadió: «Riiiiiight. Por mi madre que si me la van a traer aquí para dar chismecitos de que ella era la chilla de Aníbal, acabo este juicio con este mazo. Yo vine aquí a ver Law and Order, no Gossip Girl. ¡Pa’ eso me hubiera quedado en mi casa viendo televisión!», exclamó, demostrando un preocupante conocimiento de la programación de la cadena CW.


¡Jaja! ¡¿Qué se irá a hacer toda esa gente que habló mierda de Aníbal cuando él salga por la puerta ancha?! ¡Je je! ¿Qué? ¿Por qué miran pa’cá? Oh… ¿Nosotros estamos en ese barco? Eeeh… Nevermind

El Juez tendrá una vista hoy en la mañana para determinar si se permite el testimonio de Salvatore Avanzato, y evaluar el resto de la evidencia por la ley. De el juez no estar satisfecho con el resto de la evidencia, podría desestimar los cargos de conspiración, lo cual traería el caso a su fin. «Sería una pena, porque esto se estaba poniendo bueno con los testimonios de la hermana y el primo de Aníbal. ¡Bochinche! Pero pues, sin una conspiración de Filadelfia, aquí no hay nada, porque todos los presuntos delitos que hemos escuchado aquí estarían caducados sin eso. Tendré que conformarme con ver el final del revolú entre Gisselle y Maripily, que está muchísimo mejor que este season de Gossip Girl«, aseguró el juez ante las miradas extrañas de fiscales y abogados.